martes, 25 de septiembre de 2018

Aura mediocritas

El equilibrio es un mito y los límites
fluctúan irregulares sin ritmo predecible.
Pero finjamos que el valor de este acto
puede ser precisado mediante
no divinos números, no radicales,
de sucesión no aleatoria.
Finjamos y metámonos
tanto en la ficción que ya no sepamos
quién perdió la cuenta, quién empezó,
en qué idioma están o estaban escritos
los números, si con los dedos, los ojos
o los labios con los que te pronuncio
sin medida y a veces
hasta sin nombre. Finjamos hasta caernos
y tropezar uno con otro en una lectura
sin término, sin unidad, sin final
y sin aliento.
Igual que quiero, igual que quieres,
sin encontrar nunca, búsqueda
no inventada, no descubierta, a oscuras,
nunca el medio.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Teatro mundo

Sé coherente. Dicen. Con qué.
Nada está escrito, excepto los escritos
que están olvidados. Atados por el cordel
de una caótica mecánica, los actos
siguen al pie de la letra la lógica de
sus
estructuras. Alguien
acaba
escribiendo que eres libre, que es libre, pero
finalmente eliges olvidar lo que está escrito
y seguir a rajatabla el papel asignado
por los actos, que conjuran quién has
de ser en este día que entra y sale
de escena.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Ars longa, vita brevis

Llamado a perder el equilibrio
antes un traspiés que un guiño
lanzado. El hombre le pide a la piedra
que tenga sed de piedra; pero la piedra
desobedece y ofrece su hambre humana.
Se tarda tanto en despertar, en reponerse
del castigo del amor y el entusiasmo.
Se erosiona tan rápido el órgano
de la visión, llega tan corto el oído
Pero el odio es largo; la envidia, interminable.
Y antes de que termine el texto,
mediada la incomprensión,
ya nos ha hablado
el olvido.

jueves, 20 de septiembre de 2018

La noche

Toda la oscuridad de este cielo
es la esquina de una letra en un no tan largo
texto. Conduzco por la sinuosa carretera
que baja desde la sierra a la ciudad.
Mi vieja ciudad ha traicionado o traducido
la belleza de las tinieblas con las luces tomadas
de los tiempos y ahora
no permite a la luna escribir sus anacrónicos versos.
Pienso que en mi país hay más cunetas
que curvas en las carreteras. Las señales
de tráfico me avisan de que ya no quedan
lechuzas en estos campos. Pero si tú quisieras
coserme a puntada de jazz al mantel en tinta,
más amantes, más pasión, menos historias,
que se derrama sobre nuestro corazón,
apretado de sanguínea negrura,
calado de hierro candente,
de oxígeno flamígero,
coserme los olvidos, de la sierra a la ciudad,
desde mi historia a tu boca, entonces,
ojos negros de agotados lectores, que diré.
Qué cansancio o caricia no conduce su sueño.
Oigo el crujir de la ropa, pero es tan sólo un recuerdo.
Este paisaje es real, pero parece un poema.

martes, 18 de septiembre de 2018

La prisión y el prisionero

En los límites de la expresión
no se admite demora. No se ha terminado
de pensar y ya se ha dicho, tomado
de algún lugar en la memoria, copiado
de un momento, un síntoma, una pasión.
No puedo salir del vacío entre mis manos.
Si me descuido escribo. Si me descubro abrazo.
Por la ventana de la interpretación, el cielo
se topa con su nombre y, apartado de la voz,
porque estoy solo, armado de pasado,
mis idiomas se van topando todos
con tus besos.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Omnia vincit amor

Admite otro matiz, otra lectura,
la causa se desdobla en otra causa,
y nada es simple y nada se desborda,
sino que vibra en cauce imprevisible.
Una noche tus ojos de visita,
La Tierra que nos gira sin clemencia,
las noticias se van, arden los cuentos.
La luz, esa asesina de terrores
con raíces profundas, nos encela,
porque envidia lo escrito en nuestros cuerpos,
porque estudia esconder el bien perdido,
el hábito que muerde nuestros sueños,
porque se enreda y calla entre las bocas,
lleva hasta el final este imperdonable
porcentaje ignorado de distancia.

domingo, 16 de septiembre de 2018

In vino veritas

Estúpido, estúpido, me decía
al despertar cuando olvidaba
los sueños que no se sabe
a cuento de qué
deben ser así.
Estúpido, estúpido, me decía
con el mismo lenguaje
que aprendí cuando todavía había tiempo,
con los mismos actos que
Estúpido, estúpido, ¿no ves?
A punto has estado de dejarte
ver ante tu propia ignorancia,
me decía, y yo
obediente me
escuchaba, muerto de sed,
de torpeza, de esperanza.

sábado, 15 de septiembre de 2018

The pen & the sword

Muerde tu lengua
partida por mil en mil idiomas.
Con tus manos el odio se culmina,
en tus palabras el amor acaba de empezar.
Un edificio cuyo cielo no alcanzarán
miles de generaciones, cuyo paladar
probarán los miles llenos de deseo,
faltos de palabras para tanto fuego,
este
edificio de amor desorientado. Tu idioma
hiere con sangre, cicatriza con barro,
fluye como acero en un golpe de tormenta.
Una palabras tiene mil filos. Mil palabras
hacen del daño un mundo.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Ser / Parecer

Se dejan
llevar por las semejanzas, afinando
mismidades, hasta dar con uno
la medida de las cosas. Pero
cada brazada nada entre corrientes
distintas, y cada labio besa amantes
distintos, y parpadeo y parpadeo en mundos
distintos. Quisiera que el objeto
obedeciera a su nombre y su nombre
a la sensación. Pero
yo sé y yo padezco
y ninguna de mis cosas me pertenecen,
como la que, escrita de algún modo,
codifica en mis futuros actos
tu recuerdo.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Tempus fugit

El tiempo huyó y, en su lugar,
ha quedado un no saber
lo que medimos. El tiempo
trabajó un día, dio señales,
luego salió en busca
de un merecido descanso.
Y aquí tantos adentros.
Aquí tantos esfuerzos.
El tiempo huyó y, ahora,
como los dioses, no puede
ser nombrado (vaya a ser
que vuelva y aparezca).

martes, 11 de septiembre de 2018

Beatus ille

Encerrado entre los nudos
incontables de incontables
eslabones las cadenas
del farragoso pensamiento
de la diáfana dicción
no habita nadie en ese hueco
no hay hueco imaginario
sino que máscara y cadena
eslabón y nudo nudo y prisión
encierran y liberan la máscara
la persona su sonido y la salida
de lo que secretamente dice
de lo que atrapa en la escucha
siendo la escucha quien encierra
la dicción la que atrapa
la cuerda que se escribe
quien desnuda.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Ubi sunt

Rutina, bendición de los amargos
dioses, que nos fabrican nuestros actos,
tenme limpia la casa, los manjares
frescos, la juventud despierta, viva
la imaginación pronta a retenerte.
Cuando te canses piensa que soy yo,
igual que la materia de este mundo.
Que estoy hecho de olvido.
Que en la orilla del nombre,
en la taza del fuego,
trenzo los mil futuros de tus látigos.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Contemptus mundi XII

Los tesoros de las estaciones arden
entregados en el sacrificio de tanto valor.
Cuchillos. Hojas de papel. Lámparas.
Cosas, delirios del entendimiento. ¿Qué
escriben tus labios, con qué alfabeto?
Lo que me vas a decir es una montaña
que querría guardar simbólicamente
entre los múltiples estratos de la sima
de mi cuerpo. Mudo al tiempo. Callado
para el peso de quien mira las estrellas.
Escribe mientras dure la curva de la letra.
Todo es un relámpago fugaz. El sueño
de un relámpago apenas.

sábado, 8 de septiembre de 2018

Contemptus mundi XI

Ese olvido traductor. Lápices de lengua.
En secreto faltan del mordisco fuera
de somatización y esa fuga. Arrojadas
con el descuido de los cuerpos, su turno
y las sombras. Conocimiento escarpado.
Palabras si derruido. Una ilusión tan sólo.
Rodillas en el fresco temperalmente
indiscutible.

viernes, 7 de septiembre de 2018

Contemptus mundi X

Entre quienes subordinan
el fragor de los sentimientos
por las inapelables conclusiones
de una rigurosa observación concluyente
y
entre quienes desean
que la lógica de la realidad descrita temperalmente con el lenguaje se pliegue
a la pintura indiscutible de sus sentimientos,
yo
dejaré caer mi sombra
al estilo
de las coordenadas, que se marcan
casi burlonamente, de incógnitos, con
x.

jueves, 6 de septiembre de 2018

Contemptus mundi IX

Vivamos después de esta noche una perpetua.
Paseemos juntos por encima del sol,
esa moneda lanzada al azar que aún
se demora en caer y tomar
nuestras amadas
(léase
envidiadas)
decisiones. Que no se harte el matiz
de nuestras rodillas en el fresco
mural de nuestro desamparo, miles,
cientos. Que haya siempre música
que beber, relatos que tocar, vidas,
miles cientos. Y nuestros oídos oigan,
y nuestros ojos vean, cómo otra vez
somos el pienso para el vendaval,
el postre para la brisa, y cómo los colosos
hacen de nosotros y nuestros cuerpos
aventura,
cartografía codificada de los tiempos
y arquitectura y besos.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Contemptus mundi VIII

No os engañéis. Sólo hay música.
La música no existe, sólo el tiempo.
El tiempo es una ilusión tan sólo
del movimiento en el espacio.
Ni eso, sólo son los objetos en cambio
ocupando su lugar. Y los objetos
no sabemos lo que son. ¿Tú
puedes acotar las coordenadas de ti, sujeto?
Acaso lees esperando recuerdos,
piensas alentando pasiones,
sales al mundo y le miras cara a cara.
Yo, no sé. Escojo lo que mi decisión me
impone, por ejemplo, que, tal vez, medito,
que escribo y que traduzco y miento.

martes, 4 de septiembre de 2018

Contemptus mundi VII

Recuerda que tu recuerdo es una interferencia.
Comprende que la ilusión de tu conocimiento
es una redundancia en un surtido de
    redundancias.
Si, al final de la tarde, afiladas las arenas
de cuanto desconfías; si, dicho lo dicho,
perdura el calor y el frío y el tacto de sus
palabras; si, derruido quien eres, ardido
quien es, quien tuvo, quien latido en falta
avanza entre tantas las suertes del sentir;
ata la comprensión, perdura los enigmas.
Ni tú ni tus decisiones son menos suyos
que en cada átomo aquella profunda
    ignorancia.
Recuerda con tu recuerdo tu interferencia.
Comprende con la ilusión de tu conocimiento.
Y si llegara el día en el que, a pesar de todo,
sabes, ama.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Contemptus mundi VI

No lo esperaba, nadie lo esperaba,
que las cosas no tuvieran el valor
con que nosotros tan nítidamente las valoramos.
Que tampoco fueran valientes, ellas,
que vienen a nosotros, sus monstruos,
para entregarnos el sentido de nuestros actos.
Ni siquiera nos repudian como esmerados sus
dioses, nos olvidan como cosas.
Están ahí al borde del acantilado del
conocimiento, más roto que compartido,
ajenas al escarpado precipicio de la semántica,
al oleaje en perpetua borrasca de lo sentimental.
Quién quisiera que ardieran en la lámpara
de sus nombres, no en la casa incendiaria
de la obsesión, de la vida, de la esperanza.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Contemptus mundi V

Viene a ser la memoria de un árbol
que ha llenado el campo durante siglos
y cuya ausencia apenas durará las pocas
cabezas humanas que a su sombra
Viene a ser los frutos de ese árbol, esperando
su turno en la humedad, entre la luz
y las sombras. La madera pulida y barnizada,
esta para cajón, esa para intrumento,
de cirugía, de medición, de música,
se sentaron, durmieron, besaron,
bebieron,
o escribieron al dictado poemas de amor.

sábado, 1 de septiembre de 2018

Contemptus mundi IV

Las sábanas ya sólo envuelven símbolos.
Los objetos arrojados con descuido o intención
para que al dar con el dolor encuentren su
significado. Las sábanas ya sólo huelen
a la memoria de los deseos en los sueños.
Impresas o impregnadas de tantos todavías
arrojadas para que al dar
con el descuido encuentren el re
verso de los cuerpos, símbolos.
Un ya no nunca pronto. Fina tela
de los muertos. Porque los vivos
ya sólo se cubren con sí mismos.
La ventana ondea. Los lados se
despiertan. Canciones
en el lugar de los besos.