martes, 12 de octubre de 2010

Vivo de trabajar los encargos
que incógnito de mí
me exigen mis obras.
Pero, sin saberlo, burlo su salario
para encontrarte.

Delirios en potencia

El engranaje cruel de este sistema económico,
el apasionado avance de las tecnologías,
incluso las sangrientas previsiones de futuro,
buscaban tal vez en su inconsciente
que yo entendiera hoy esas voces antiguas.
Y si esos objetos no tienen inconsciente,
¡qué hermoso conocer sin enredarme en el
misterio!
Revisadas una y otra vez, con método,
y contrastadas por cuantas perspectivas
se habían situado a nuestro alcance...
Se llegó a la conclusión (con pinta de inapelable)
de que todas esas dudas no tenían sentido.
... Y sin embargo, me mueven.