Amigo, nuestras vidas están frágilmente
construidas sobre volubles cimientos.
Que hayamos aguantado tanto sólo
demuestra lo erróneo en nuestra consideración
del tiempo.
Es el otro lado del espejo
el que contempla el sufrimiento.
A este lado, el ovillo de los sentidos
no atina ni siquiera a colocar
el sentimiento, el saber, el sitio y el ahora
de forma que podamos entregárselo.