sábado, 4 de mayo de 2013

Los mineros no intentan cambiar el mundo, pero vacían montañas.
Pensar que hablamos
el mismo idioma es un
acto de soberbia suprema.
Erige un muro de espiral equivalente
contrario a mi realidad tuya contigo
que es un vacío que llega hasta el cielo.

No me hagas

reir –se oyen risas–
¡Ritmo poético, ritmo poético! ¡Habráse
visto! Nnnnnnno. Si alguna vez hubo
un efecto (a la música, lo suyo, a la
pintura lo suyo, a la arquitectura y así
sucesivamente) en la palabra más que la palabra
llamémosle
verdad a falta
de un término
mejor para
llamarlo.
Se ha borrado la historia. No podemos decir que nunca estuvo. Y sí que ya no puedo reemplazarla. He de hablarte de nuevo. Por más que sepa que has de faltarme como historia.