sábado, 6 de junio de 2015

El perdón etcétera

Todo es geografía. Rectifico: todo lo escrito
es el estricto dibujo de un lugar. Nada hay,
sino lugares. Los besos: lugares. El sonido,
un lugar. Sólo lo escrito, pues fuera
sólo soñamos contornos borrosos, para los ojos
cuando sean escritos, o los oídos, cuando sean
escritos, o los dedos, cuando su tacto sea escrito.
Los fantasmas que leen sólo quieren ser lugares.
Por eso leen. Pero no hay en los escritos sombras
para ellos, los fantasmas, para nosotros, los fantasmas;
sólo textos que hablan de bibliotecas como borrosos
lugares: mitos.

Frase original

El horizonte de los cuerpos no tiene sentido.
Su noche de amor no busca trascendencia.
La boca que tiene sed de boca no habla
de sí misma, por mucho que los estudios
quieran –y es mucho querer– atar los cabos.
Ni el dolor en la rodilla. Ni la maceta de anís.
La respiración sirve de frontera
       a los sueños y yo
              salgo de tus palabras
                     como llego nervioso
a una primera cita.

Sofisma

Vas a dejar el cráneo en otro descuido de la civilización.

Episodio de lectura

Sabes que anido en un panal de tripas
caldas y blandas como el óleo
fácil de ser quemado en bruto.
Juegas conmigo a no pensar en mí
ni el animal furtivo que devora
una opinión en menos de un segundo.