Como si el paisaje fuera un altorrelieve
tallado con nuestros dientes y el espacio
se hiciera con el hueco de nuestros bocados.
Como si esa música que suena por todas
partes, a saber, motores, taladros, mazos
fuera la taquigrafía de nuestros recuerdos
ordenados. Como si esas maravillas
sobre la tierra: la pobreza, el hambre,
la enfermedad, no fueran
nuestra historia
de amor.