jueves, 2 de diciembre de 2010

Saqueo

Ya no puedo protegerme.
Hace tiempo que los griegos y troyanos
invadieron mis palabras. Incluso
con ellas tejieron el trayecto de mi huida.
Al moho y a la humedad dales la bienvenida.
Deja que entre la hierba crezcan los sueños de los niños.
No interrumpas los juegos, las carreras, las calumnias.
Los aviones lanzan cultura directa a nuestra sangre.
Sigue pensando en mí. Otros hablaran
del odio y la tristeza.
Es admirable ver la naturalidad
con que el sol se levanta y afronta su camino
para iluminar nuestros quebraderos de cabeza,
aunque tú me digas que es una ilusión:
quien se mueve soy yo y mis fantasmas.
Pero hasta para ser un espejo
hay que estar presente.

Certeza

Excepto la ignorancia, en este mundo,
todas las enfermedades son incurables.