lunes, 16 de julio de 2012

El paraíso surgió de una catastrófica sucesión
de acontecimientos, narrada hábilmente desde
el paraíso, olvidada hábilmente muy poco después.

Permiso otra vez

No puedo permitir que mis palabras
sean una pérdida de tiempo, ni
sean una pérdida de ti, ni
sean una pérdida del mundo
que... ¡Bah!, ya me
he perdido y lo siento.

Esto, eso y aquello son imposibles

¡Pero aún no os habéis dado cuenta
de cuántas cosas tenemos un manantial inagotable!
Realmente no terminaría de poner ejemplos.
Pero nunca podría acabar con tu indiferencia.
Ciégame con la literaria guadaña de tu sonrisa.