EL UNO
Reducir a uno lo que está compuesto de partes distintas y hace referencia a una multiplicidad, es un gesto, tal vez incluso necesario, de la percepción, que enfoca como un solo objeto lo que es una constelación de estímulos diversos.
La identidad es una ilusión, y olvidar que es una ilusión la vuelve, irónicamente, menos real. Los objetos existen, pero no son, en sí mismos, unidades, sino en relación a otros objetos semejantes o semejantemente contrastables.