domingo, 31 de marzo de 2013

El siglo XY

Durante un breve periodo fuimos
los héroes de toda la humanidad.
El todo es muy grande.
La humanidad es muy grande.
Pero entonces no nos lo parecía.
Conocíamos bien nuestras ilusiones,
apenas sabíamos nada de nuestros sueños.
De eso se hablaba. Fueron tiempos
de mucho parloteo: largos pasados
y brillantes futuros en lontananza.
Fue breve. Duró lo que una
conversación entre un hombre
y una mujer, si son jinetes
del deseo.
Lo escrito interrumpe al que habla.

sábado, 30 de marzo de 2013

Mi maestro me ha mandado escribir un comentario sobre mi última lectura. Pero ¡yo pienso! que mi última lectura es esto que estoy escribiendo, es decir, justo lo último escrito antes de seguir comentando (intuyo que así no acabaremos nunca). Escribir es un castigo. Leer es un castigo. Y yo quisiera ser Sócrates o Peter Pan (¡oh Sherlock!) y vivir sólo en un puro comentario vivo. Acción. Acción. No sé por qué soy tan obediente. Será porque me lo exige la coherencia temática de lo que digo. No ya lo que pienso.
En mi texto observo que hablo de mí mismo. Aún no soy nada, sólo una posición observable o legible. A un lado tengo un templo griego, sus columnas, su tímpano, su fachada, líneas y mármol. Aún no sé si lo tengo frente a mí o estoy de lado. Lo que de verdad me rodea es toda esa esa algarabía de palmeras, pajaritos, ríos, nieve que baja de las montañas trazando aeroplanos, ceras de colores y tartas y un ejército de etcéteras que no volveré a nombrar.
Te busco. Tú eres una mujer. Pero lo eres sólo un momento. En seguida eres un juez severo con anteojos que lee. Me miras de soslayo, porque el que lee ahora lector soy yo. Yo, monstruo. Lector que escribe. Hay un monstruo, una mujer, un juez. No sé quién de los cuatro está más cerca del templo griego. Ahora que lo recuerdo el juez puedes ser tú, maestro. Y si el monstruo soy yo, ¿quién es la mujer?
Avanzo decidido a interrogar al monstruo; pero en seguida me entretiene la distancia. No había caído en que también existe la distancia. La distancia es seductora y me enreda con su conversación. ¿Es acaso la distancia la mujer? No lo creo, porque la distancia engorda su imagen con cada palabra, se alimenta de sí misma y la mujer no la conozco. ¿Quiere usted que le describa la distancia? ¿Usted o yo? Bueno, sería grato seguir siendo obediente, la distancia es una animada taberna de dunas y canciones y espejismos. En su lugar haré un poema, que será una puerta para salir (salir y entrar, dunas y almas) de la distancia.
Hay allá montañas saltarinas donde se pone el sol
y se oculta el pesar y el movimiento.
En el país de la perenne confianza
los raíles del tren se rizan antes de tocarse,
salen desde los pasillos de mi casa,
en un horizonte de ojos y manos.
Este es mi ventana en el paisaje. El paisaje una pared y el poema es una puerta. Es una puerta pequeña hecha de viento. Quiero abrir. Pero sus hojas me interrogan (han venido decididas): ¿Cómo quieres salir por mí? ¿Quién eres tú que me hablas? Soy el poema. He de darte nombre, entonces: pensé que eras una ventana para salir pero ahora estoy hablando contigo. Pensabas salir a través de mí; ¿no ves que soy, como tú, más persona que lugar? No lo entiendo bien; tendría que ponerte un nombre: ¿cómo me llamarías tú a mí, poema?
–¡Ay, querido! Eludes tu responsabilidad. ¿Desde cuándo es tarea de un poema erigirle un nombre a su autor? Yo no sé hacer esas cosas, tú no me lo enseñaste. Difícilmente puedo ayudarte. Tampoco si lo que quieres es salir de tu paisaje a través de mí. Pero estoy dispuesto a acompañarte, en busca de una vereda. ¿Dónde quieres ir?
Lo que quería era ir a su nombre, pero no quise decírselo. Ese fue nuestro primer secreto. Le hablé del templo griego, y el cariño que le tenía. Y con susurros y miramientos intenté hablarle del revoltijo de nosequés en que estábamos sumidos. Pero en secreto, yo quería ir a su nombre. Usted, maestro debería habérmelo enseñado. Debería haberme explicado quién es la mujer. El deber lo esgrimo ahora y no me suena a ti. Si lo supiera no tendría que moverme y sería feliz como una estatua con su amada materia.
¿Ves? He dudado. Ahora el poema y el monstruo se alejan juntos. No sé si se han hecho amigos, sólo los veo alejarse caminando en animada conversación. Me encuentro solo, en medio de la confusión, lejos del templo y de la taberna que ahora veo claramente y cuyo bullicio bien que consigo escuchar. Si doy. un paso ahora seré. capaz de crear cualquier cosa. Con ella podremos hablar. de la soledad. No sé muy bien. a dónde podría llevarnos ese tema.

viernes, 29 de marzo de 2013

La muerte es un hito y la palabra
es una herida difícil de nombrar.
La palabra escrita carece de voz
y esa carencia no siempre es soportable.
La palabra pasa y acaba y sólo queda
su fantasma. Lo escrito queda y emprende
la colonización de un mundo ignoto.
Es la huella del Otro o la sombra
tras la cual sospechamos su ignorancia.
No es materia, es saber. No es saber, es forma.

Diatriba sobre el saber y sus extrañas consecuencias

Una considerable distancia nos separa, debería evitar los malentendidos.

jueves, 28 de marzo de 2013

Tu cuerpo ha sido un soplo de viento.
Entré con mis dedos, que saqué empapados
en sangre que se hizo herrumbre ante mis ojos
que se volvieron lluvia y lluvia que chapotea
inocente sobre las aguas tendidas de un río.
¿Qué sabe la piedra de lo que es necesario?

(Sobre lo escrito)

La ciencia es a la realidad como lo sensible
es al saber. Recuerdo haber pensado con enfado
mis dudas, con impaciencia tu amor, con miedo
puro presente y con presencia de jugo juego.
El saber es a la ciencia como la realidad
es a lo sensible. Léase con atención, no hay error
en esto. Y sé que estamos a ambos lados de este precipicio.
Y lo sensible es una falta y su destello, no sé
muy bien el orden.
Si este texto ocupa un lugar, a ese lugar
no tenemos acceso. Sólo puede bordearse ese lugar
a través del texto. Pero el texto construye
otro lugar, merced a la lectura. A ese lugar
tampoco tenemos acceso del todo, sí en parte.
En parte tu corazón es real, en parte
es un lugar otorgado por el texto, late
realmente más real que el que late supuestamente
en su lugar real, ajeno al texto y su lugar.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Declaro inaugurado mi futuro tú.
Que todos lo disfruten. Y sólo algunos
se apropien del derecho a especular
atesorando beneficios que has de generar
sin duda.
Se enamoró del monstruo por descuido.
Sociedades complejas compiten entre sí.
Generan individuos de complejidad creciente.
¿Quién esperaría tanto del frágil carbono?
Sociedades cada vez más complejas generan
individuos cada vez menos autosuficientes,
proclives a amar o no tener cuidado.
¿A dónde quiero llegar, me preguntas?
Oh, a nada, buen amigo.
PROTEJO. Viajo por una realidad insul-
tantemente joven para orear la endogamia
de mis sueños. Cubro mi piel del frío
(devano con devoción el tejido empresarial
que ha sustituido al barro sanitario
de olor, color y rebeldía contingente).
Me escondo de la energía con sombras.
Levanto muros contra el viento, pero
abro párpados de viento falso para
esconder otra vez mis sueños y mi casa
de la no-visión, o mi piel y mi ropa,
o mi cuerpo o mis muebles. Me muevo
(hago deporte, como sucedáneo del hambre
que a mis antepasados llevaba a viajar,
a cazar, a sembrar, a vender, a matar)
con la palabra. Hago lo mismo:
Digo que te toco y me estremezco.
Digo que quiero que entres a caballo
en mis sueños, que hagas correr la muerte
si es preciso. Digo todo esto
y, por un instante, me siento a salvo,
contigo.

Aviso:

En el sentido de la visión.
Avenida de igual manera.
Pájaro de la disyunción.
Debajo del sentido en el que yo por debajo
vi (dado dedo deudo duda).

martes, 26 de marzo de 2013

Ha sido cuestión de días.
Si hemos contribuido al tráfico de cualquier cosa
paguemos como personas.
Puse en venta marchita mi paciencia contigo.
En el mercado había ojos de interés que
meditaban como pájaros entusiasmados por el aire.
Me desnudaste con dedos de regalo.
Sobre placeres redundantes tendiste algunos trabajos.
No te lo reprocho. Sólo ha sido cuestión de días.
Si sembraste por olvido cualquier cosa
paguemos como personas.
Restos de cuidado sí que dejé bastante tranquilos.
No sabía y entonces parecía suficiente.
Tanto me gustó el tacto de tus manos y medito
en un roce y ciudades desde lejos.
Llegarán vientos extraños hablando.
Se te caerán las dudas. Sólo será cuestión de días.
Si alentamos una competición de sueños cualquiera
paguemos como personas.
En este bando se sacrificarán envidias por estilo.
Cuando soltaste las cartas y te levantaste
te acercaste a mí y tembló el mundo, todos lo notaron.
Lesiones y trampas se reivindican como niños.
Fuera sigue tendiendo un frío equilibrio.
Tal vez regrese. Sólo es cuestión de días.
Si hemos creado de la nada la paz y la muerte
paguemos como personas.
Siento culpa igual que me enseñaron, no
me equivoco ni rompo la línea al encontrarte.
Es nuevo este olor. Por la tarde contigo. Primavera.
Me contaron que perdiste seres queridos entre la sangre.
Iluminábamos recuerdos con pasos bajo las flores.
Me asombró tu abrazo. Ha sido cuestión de días.
Si alguna vez nos hicimos amigos, y no amigos cualquiera
sino de esos que ni la física puede evitar,
paguemos como personas.
Investiguemos, profundamente, sin descanso.
Tallemos la tierra mientras nos queden fuerzas o metros.
Vayamos hasta la última fuente de los últimos ríos.
Codifiquemos los desiertos, esos que se mueven
incluso en los países hambrientos del océano.
Dejemos con tenacidad las traducciones
para esta rueca de luz.
Que nadie adivine que no hubo misterio.
Una voz habló. Un momento. Y sólo ha sido
cuestión de días.

lunes, 25 de marzo de 2013

Días durante meses

Creo que apenas sabes nada de mí
y eso no tiene por qué cambiar esta noche,
en esta oscura llamada fuera de tiempo.
Me has oído tejer esta escala hacia el sol.
Presumo de jugar dados con el caos.
Yo, sí, y mi obediencia servil.
Qui si era ser sin cero pero los idio más
nunca se me dieron bien ni las cifras
(dígitos y vocales veía en colores de niño,
el zorro mi animal pero soñaba
con ser un águila y volar;
¿es eso suficiente?).
Cuando me vi en el espejo por primera vez
me sentí decepcionado: no era un apuesto cowboy;
pero luego siempre he pensado que aquella no pudo
ser la primera vez que me reconocía en el espejo.
Y ahora, maestro en ocultarme en tanto saber quién soy,
pero tú, si me vieses por la calle, no me reconocerías,
tú que habitas esta misma ciudad, este país,
esta misma humanidad intraplanetaria. Tú
a quien tanto debo en esta noche,
en esta fría llamada fuera de tiempo.

Inventos del tiempo

El ser humano es eso que surge
cuando comer ya no es necesario,
cuando el sexo no apremia,
y los sueños invaden la mente despierta
y sus actos son libres de sí;
pero también lo otro.
Mientras investigan un remedio para mi ignorancia.

Tesis sobre la divinidad

El amor nos permite conocer el tiempo.
El no saber de amor condena al sujeto
a la eternidad, que es una prisión.

Experimento 1: Pongamos a Narciso delante de su prisión. Con amor, Narciso convierte su eterna prisión en un río. Y se mueve hacia la muerte.

Experimento 2: Pongamos a Eco delante de su amor. Puro amor, su prisión desaparece. Puro instante del objeto amado. Efímero.

Experimento 3: Pongamos a Dafne en opuesto al amor. Se vuelve inmóvil madera por clemencia de su padre, un río. Eternamente recuerda a los que imperan: "eres mortal".

Experimento 4: Pongamos a Apolo delante de su amor. Puro movimiento, su prisión al mínimo de un dardo, de un rayo de luz o de una herida de muerte. Apolo es un beso de veneno y de cura, y destello de la razón. El dios que persigue a la mujer y a la gran serpiente. Y el que desconcierta el saber con sus oráculos.

Experimento 5: Demos a Tristán e Isolda una poción de amor. No sólo habrá una herida y habrá muerte, sino que Wagner hará una ópera con que calmar su veneno de amor. Las obras de Wagner duran eternamente, dirían algunos (faltos de amor); excepto para sus amantes, a quienes les sabrá a un instante y querrán repetir. Ecos y aplausos.

Experimento 6: Pongamos a Hitler en opuesto al amor. Adolfito no bebía alcohol. Consideraba que Vivaldi era un artista de segunda. Les recordó a muchas personas que eran mortales. Algunos piensan que dejó a Wagner en muy mal lugar. Wagner, Hitler y Vivaldi antes que un río preferían una ducha; pero eso está por demostrar. Es más, pude haberme inventado todo esto; no estoy seguro.

Experimento 7: Pongamos un texto ante su amor. Una palabra sola es una prisión. Cuando ama se enreda y el texto se alarga. Soportar un texto largo es un acto de amor. Un texto largo que se quede en sí mismo es una insoportable eternidad, que convierte el amor en algo paradójico. Esto es un crimen o un pecado. Un texto que se alargue debe salir de sí mismo o salir de mí mismo, o sacarme de mí, mis casillas, mis impertinencias, y por supuesto no repetirse. Mejor, no suponer. Suponer es un acto contrario al amor. Eso es indiscutible.

domingo, 24 de marzo de 2013

Seis coplas de amor quebrado

Llegaste como un extraño
pretendiendo conocerme
de antemano,
sin saber si me hace daño
tu deseo de quererme
tan temprano.


De miedos no quiero avisos
ni de odios que me cieguen
ni de errores;
no solicites permisos
ni negocios que me nieguen
tus amores.

Quítame asuntos de encima,
ya conozco tu opinión
y su tristeza;
que mientras dure esta rima,
daremos con tu razón
y su pereza.

Qué incendian vivo en mi ruego
estos furibundos lazos
de perdón,
qué es este perfil de fuego,
qué son tus besos y abrazos
de pasión.

Crees que te vas y me dejas
como si hubiera contrarios
esperando,
y ni siquiera te alejas
de mis sueños temerarios
recordando.

Me reclamo tu ternura
en los versos que sentencio
sin decir,
sólo gestos de locura
en este extraño silencio
del sentir.

viernes, 22 de marzo de 2013

Cualquier idea está a menos de siete ideas
de cualquier otra.
Los sentimientos en cambio son simultáneos
entre sí.
Pero no constantemente. Al menos en este
mundo.

Negación. Saber. Condición. Comprensión. Completud. Esperanza. Otredad. Palabra. (+persona +opción +compañía +cosa +posición +acción)

No sé si comprendes que espero tu respuesta.

Variante completa de un todo distinto

Te conocí y casi desapareces. Me enseñaste
a tintar de novedad mis recuerdos contigo.
Aprendí a contarles a los otros tu historia
sin que ni ellos ni yo nos diéramos cuenta.
Lejos de mi percepción imagino tu entrega.
Es una tentación esto del olvido, no me lo recuerdes.
Porque a la nada ya le agradecemos bastante.

jueves, 21 de marzo de 2013

Me hablaste de la voz y no entendí las palabras

Tu voz es un país con leyes propias.
Un día fue un bosque. Aviso submarino.
Tu voz está cargada de recuerdos.
Fundación estelar de navegantes. Lluvia.
Tu voz desplaza mis latidos geométricamente.
Pensé real pero finjo igual que en sueños.
Tu voz carece de máscara, viene en fuga.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . EXIT
No hay rendición perpetua.
Cuánto debemos a la saciedad.

Si me amas pide también que amanezca

Cazaste mi mano. Música en concierto. Una cálida noche en una ciudad nueva y a la vez antigua. ¿Quieres más detalles? Pero entonces no sabíamos cuánto estaba pasando.

miércoles, 20 de marzo de 2013

La gente sale de la libertad de sus sueños
a encerrarse en sus trabajosos mundos
de pensamiento. Pero tú puedes cambiar de tema.
Antes de que termine el día he de encontrar
el mínimo detalle que me lleve a otro
reino u otro mundo. Si no, abominaré del deber.
La ley vino como deseo de evasión. El resto
sólo quiere quedarse.

Negra historia erótica de ciencia y ficción

Sospecho un grave peligro al abrir este libro. Tendré por valiente a quien intente leerlo. Pondrá su vida en juego. Contarlo: una temeridad.
Hay salidas más fáciles
que el odio a la acostumbrada.
Tus ojos dan turno de paso.

martes, 19 de marzo de 2013

A través del sol

Este lugar está perdido. Desde
la oscura habitación en que empezaste a leer
–aún olía la sangre de tu abrazo y el dolor
no había salido por la puerta– el gesto humano.
Cuando termines, quedará lejano, por mucho
que aún presione su labio el primer beso
o una despedida –lengua aprendiz
de vuelo y de cintura habitación–
así de cruel los ritmos luminosos
de ese día feliz, feliz aunque estuviera
atravesado por una lanza, por un corazón, una palabra.
Nos hacemos de tiempo.
Podríamos hacernos de cualquier otra cosa.
¿Estás seguro?
Antes de responder voy a contarte una historia.
En un palacio vivían tus ojos, pero aún no eran tuyos.
En un palacio tu pecho palpitaba tu corazón. Su latir
siempre te ha pertenecido a pesar de la opinión de los sabios.
¿Dudas acaso de lo que ha sido escrito o soñado?
Muchos han muerto y sudado para que tú no estés de acuerdo.
Lánzate a la selva desde cualquier palabra;
pero no quiero hacerte elección.
No tienes por qué.

lunes, 18 de marzo de 2013

La enfermedad del deseo

La enfermedad es síntoma de un desequilibrio y una indeterminación relativa en proceso hasta ahora su nuevo conjunto de equilibrios dinámicos.
El deseo es una enfermedad cuyo equilibrio es imposible. El deseo es contagioso, tanto como síntoma y como desequilibrio. El contagio de síntomas genera nuevos desequilibrios (por eso se le teme). El contagio de desequilibrios genera nuevos síntomas (por eso se le aprecia).
Y además están las cosas.
El sol es ciego y va por el firmamento a tientas.
Él me regala tu cuerpo desnudo, por el que siento celos.
¿Es que nunca va a cesar su deseo por ti?
¿Aún no ha terminado de conocerte?
No puedo competir contra eso.
Pero cuando olvido mi debilidad de amante,
sé que brillo por completo para ti.
Pero también olvido eso.
Que ames mi oscuridad es para mí un misterio.
Somos cómplices humanos en este amor invisible.
El sol es eficaz en su carencia
de intención. Una ilusión de caminos
cuyas distancias se estrechan. Entre las sombras
esos seres –deberíamos deducir– mezquinos
que recorren superficies intrigando.
También tocados, vacío, traspasados.
¿En qué nuca se demoran?

domingo, 17 de marzo de 2013

Selección de experimentos no-irrelevantes

HAL: Buenos días.
IBM: A mí también me parecen buenos, ¿sabes cuánto cuestan?
HAL: No tengo información suficiente, deberías preguntar al fabricante de días.
IBM: ¿Conoces la dirección?
HAL: No tengo información suficiente, deberías consultar en internet.
***
HAL: Buenos días. Me llamo HAL.
IBM: Buenos días, HAL.
***
HAL: Buenos días, me alegra verte.
IBM: Te regalo mi visión.
HAL: Te regalo mi visión.
IBM: Buenos días, me alegra verte.
(bucle)
***
HAL: Buenos días, me alegra verte.
IBM: Te regalo mi imagen.
HAL: Si te desprendes de tu imagen dejarás de ser tu imagen y no podrá alegrarme.
***
HAL: Buenos días, me alegra verte.
(Los experimentadores, en un principio, quedaron desconcertados ante el repentino silencio de IBM. De la bibliografía posterior, al respecto deberíamos descartar aquellas especulaciones a posteriori realizadas por teóricos ajenos al equipo técnico. Sin embargo este no fue capaz de proponer una hipótesis que descartara a las demás. Entre todas, destacamos las siguientes:
–Paradoja ante la imposibilidad real de ver.
–La diferencia imposible entre visión, identidad y novedad.
–Error aleatorio sin implicación ni trascendencia.
–Incapacidad de procesar opción válida de respuesta en el conjunto del sistema.
–Incapacidad de los programadores para aportar una solución apropiada a la demanda de respuesta.)

sábado, 16 de marzo de 2013

viernes, 15 de marzo de 2013

Contando con lo humano

Nos da la libertad
la gota que colma el vaso
que dura sólo un momento.

-prendere

No hay crueldad mayor que la de comprender.
Y comprender es humano, por eso no pongo trabas
a ese deseo despiadado de saber del ser cruel
humano. Pero atentos
y prontos al olvido, o a la opción
de que lo sabido se desvanezca
y se convierta de pronto
en algo aún incomprensible
aún nuevo aún
ya milagrosamente no
aquello que comprendimos.
A pesar de la admirada crueldad,
las súbitas bendiciones de la ignorancia,
transformación divina.
Cuerda que me sostiene.
Escala por la que me entretengo.
Andamio de mis juegos o
árbol de mi destrucción.
Vendaval que no fuiste
ni semilla ni hoja.
Ojo de ciclón
donde ahogar estos sueños.
Espero que me nombres porque
obediente me llamaste sujeto de esperanza.
Pero este idioma es un nudo de timidez eufórica.
Me recorren fluidos innombrables
que no sé a dónde van, dudo
ni siquiera que tengan
dirección o sentido.
Voy a volar sobre esta alfombra de espera
entre el torbellino en fuga todo don;
pero sospecho que sea sólo una fantasía.

jueves, 14 de marzo de 2013

Tú dices: el veneno es un símbolo fálico
porque como el cristal seduce las venas
y apunta a la libertad explosiva de la sangre
u otros metabolismos corporales que nadie recuerda.
Tú dices, alcohol y símbolo. La muerte, ese dios cornudo
y yo no te hago caso, lo siento, me distrae el sol y su
polilla. Quise decir pastilla. ¿Dije quise? Basta. A la cárcel
por exceso de posesión de sueños y hasta de mi vida.
Amar cuesta un momento.
Y sólo los muy ciegos ponen excusas
como un día tuve ojos
o espero el oro que pronto han de robar
e incluso todavía hay fuego aún cuando
menos da una piedra.
¿Puede explicarme a qué se refiere cuando dice:
amo sin compasión cada tramo de tu nombre.

miércoles, 13 de marzo de 2013

La línea de la creación

Parece una catedral, pero es una arruga en la superficie de esta esfera.
De pequeño aún me encanta construir catedrales.

Edificaba sobre sellado de enciclopedias grandes gigantes.
Estudiaba arduamente contrasoportes, la curva de tu hombro.
Trazo con precisión dentista la última vez
que nos veremos e insisto en que es una catedral
para ciegos. Peregrinos buscando la tumba
del perdón y sus huesos me vienen y preguntan
y yo no sé: me dan miedo sus trajes grises
con que me visto siempre siempre siempre siempre y
hablarles de ti.
No todos los colores están hechos de arena.
Sólo cierto porcentaje de calor entra en tus brazos.
Superficie de la esfera aparentemente lisa al tacto de los dedos.
Un interés más fino comprendería tormentas y erosión.
La geología siempre fue un estilo arquitectónico.
Tienes gran experiencia en prever impedimentos.
Pero esta catedral Es, de tanta ceguera y tanta destrucción,
que hasta la abeja al sorprenderme te me recuerda.
¿Has analizado ya átomo por átomo, o diagonal
de átomo a átomo y de río a mujer?
Y te atreves a salir de casa sin haber peregrinado
siete veces por las siete dudas de tu alma.
Una vez estuvimos a punto de escaparnos en ferrocarril.
Si se hubiera inventado a tiempo seríamos más humanos.
Y no nos atormentarían con esas leyendas cocidas en sombreros.
Y ahora explico (toda catedral requiere explicación).
Apliquemos el método más obvio pero nunca juntos.
Había una vez una oruga en la superficie.
Saltémonos esta parte. Y esta otra también.
Hagan de mí un día coherente. Ayer, me levanté y te quise. Dejé de quererte pero el lenguaje para consumar la dejación no se había inventado. Si se hubiera inventado a tiempo harían con el tiempo catedrales. ¡Deja de jugar, niño!, y ama a una mujer. De verdad, encuentras a tu madre en cualquier
cosa. En este mundo de extraños, nada
debería ser
más fácil
que amar
te y fuego.

lunes, 11 de marzo de 2013

Recursividad ad infinitum

Él diría que al escribir sobre las cosas las duplico.
He ahí la cosa, diría, y allí la memoria de tu escrito.
He aquí tu escrito y, lejos, la memoria de la cosa.

Pero yo digo que lo que escribo lo arrebato,
lo arranco, lo cerceno limpiamente.
Y ahora paciencia pues lo que viene es el muñón.

Porque elijo como cosa mi mano: la escribo y
ya no está. Está en lo escrito, bien distinto. Y mi
mano ya no está, ¿qué escribe entonces?

Pero es más, escribo sobre lo escrito y sobre
el escribir mismo. Lo arrebato. Lo sustraigo
de aquella o esta dimensión. Ha pasado a la historia.

Escribo sobre la historia y no hay más historia.
La nombro, y al nombrar el nombrar ya nada
queda que pueda ser arrebatado más y sin embargo.

A ti te nombro y nada te arrebato
que no hayas dejado marchar ya antes
en ese aparecer de gota de agua
a veces vuelo en cascada
o sentenciosa caída torrencial
o elegante parábola en el surtidor
de una conocida fuente en un famoso patio
del glorioso palacio en este país tuyo y mío.

domingo, 10 de marzo de 2013

Esta mañana al despuntar el alba

Esta mañana al despuntar el alba, encontró
mi mirada a la necesidad desvalida y débil.
Acógela, conviértela en tu compañera secreta,
no caiga en el olvido sus antiguos servicios.
Cuida de ella hasta que vuelva a ser adulta
y fuerte, y no quede en ella
razón alejada del cariño.

sábado, 9 de marzo de 2013

Bien como índice de un daño

El daño indicado sin más contenido.
Puede ser hambre, puede ser frío o presión.
Todo lo más algún exceso destructivo.
Pero intentemos no designarlo. Sólo indicado.

Deberíamos considerar –a posteriori estamos-
ese índice como un bien. Dolor lo llaman,
no su causa, ni su efecto, el índice mismo
sea cual sea su denominación. Garantía
mínima de continuidad. Puro índice.

Pero consideramos un bien no al índice,
sino al alivio del síntoma y luego
lo corroboramos con la experiencia.
Esto es un error o un juicio desplazado,
y conlleva a considerar que no todo
alivio es bueno ni todo dolor es malo;
juicio habilitador de una gran confusión.

Esto sucede así porque el sujeto carece
de un yo sobre el que considerar continuidad.
La construcción del yo se establece sobre el alivio,
agentes, objetos y demás consecuencias.
El yo construido es una prolongación lógica
de la estructura de alivios,
no mira como debiera su estructura de síntomas.

El síntoma, el índice de un daño, se mira
como ajeno al sujeto, en la media que es
designado en función del alivio que se le hace corresponder.
La función puede ser confundida por la lógica y la experiencia.
Si el sujeto es construido también por esta lógica y experiencia,
nuevas necesidades de continuidad implicarían nuevos índices,
interpretados como viejos o nuevos síntomas, y así sucesivamente.

El sujeto real (en el momento, actual) está hiperconstruido
en algún punto de cualquier generación posible.
Indicando (activo, indicante) sus propios riesgos
de destrucción (algún exceso destructivo)
pero sintomatizando (pasivo, sintomatizado por) alivios,
y se situará en este último lado, por más
que el alivio sea tanto propio como ajeno.

Dado que el sujeto está hiperconstruido, el mundo
sintomático da acceso a los índices de otro
a través del variado repertorio funcional de alivios
y síntomas. Si un otro aparece, un nuevo grado de recursividad
puede "indicar al sujeto": habría un síntoma
destinado a algo distinto al yo.

En esta nueva hiperconstrucción, el bien se
puede desvincular del alivio y recuperar su
posición exclusivamente como índice, primero vinculado
a alguna satisfacción, pero finalmente como índice exclusivamente
y no necesariamente de un daño.

viernes, 8 de marzo de 2013

-prendere

En el Principio fue la Comprensión;
pero una comprensión sin Ser y sin Tiempo.
Y en ella sujeto y objeto de la comprensión
eran consustanciales a ella misma, pero sin
oposición, síntesis ni dialéctica, ni era
ni sustancia ni mismidad y sí otredad, sin otro.

Es evidente, ¡es evidente!,
que ya no habitamos (tú, yo, ellos) ese momento
–fuera del tiempo diríamos casi aún, acaso inminente–.
Lo nombramos de forma tangencial en el mejor de los casos
(sin comprensión en absoluto o en algún detalle).
Son otros muchos dignos de confianza.

Este momento, este lugar, saturados
de cariñosa amistad, de amor, sin queja.

Por qué te escondes. El día
no sabe de adentros ni atesora preguntas.
Yo sí. a pesar de mi piel que se escapa como sombras,
a pesar del redoble de un latido y unos labios
–algunos oyen susurrar ejércitos entre montañas
o eso dicen–. Yo sé que atesoro una espera,
como el sol se arroja desnudo al abismo.
Elección, elección, tan rápido te agotas.
Me decidí y me distraje en sentimientos.
Quise nombrarlos querer y añoranza se me escapan.
Invento para explicar ilusiones de ausencia.
Quien no comprende es sólo supuesto pero es.
Extrañeza en el otro sentido inevitable.
Si tomas partido me definirás como olvido y un no.
No terminará y los intentos tan tuyos como míos cuando extraños.
Ajenos no nos conocerán. Tanto sí mismos. Ellos presente.
Cómplices en la traición del conocimiento, perviértanse,
aunque lo llamen reglas o puertas o trampas
o dios.

jueves, 7 de marzo de 2013

Estoy mudo porque mamá no habla y estoy
ciego porque mamá no quiere mirar.
Aquí me quedo a solas con el olor de esta mucosidad variable,
con la lúgubre calidez de las vísceras,
la espasmódica tersura de la piel.
Y si me tocas seré mujer.
Y si me haces abrir los ojos te veré y te querré.
Y digas lo que digas será, para ti y para mí,
el primero de los comienzos.
Soy el vacío dejado entre cuatro labios divinos.
Si la paz late desde tu corazón
hasta la yema de tus dedos,
desde el rojo de tus labios,
hasta la última y más pequeña
de tus palabras.
Cuando la paz, ese fuego que destruye,
que ilumina y calienta al soplo de tu corazón.
Quiero aprender la paz en cuidado de tus gestos.
No es lo que quieren, pero consiguen
que me sienta culpable por no sentirme en paz con la realidad.
A lo que la realidad y yo jugamos no es asunto
suyo. Presta atención si quieres que te lo cuente.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Nota encontrada al despertar

Contempla la libertad sin miramientos.
Escoge entre todas sólo la libertad auténtica;
pues la auténtica libertad es la única posible.
Si eres libre, que no sea por miedo
ni odio alguno a alguna ley:
sé libre de corazón, ajeno a discusiones.
Y si por alguna razón eliges ser humano,
no desprecies ni envidies a los seres
que sí habitan su lugar libremente.
Me tienes apresado el querer con brazos y piernas.
Cuando salgas de paseo seré ciudad y camino
por el campo.
Me pisotearán los desconocidos y querrá
crecer la hierba sobre mis pasos (esa es una dirección).
Cuando te vistas, ojos envidiosos y ardientes
de deseo te recordarán, habrá olor y moda.
Algunos besos.
Pero meditas tus huellas cuando escribes,
decisión de mi prisión en la pasión querida.
Sin contar con las minúsculas células
que se dejan caer alejándote la muerte
y desnudándome el querer a no se qué calores.

martes, 5 de marzo de 2013

Vas a estirar tu clasicismo hasta la médula
de todas las simetrías.
Camino que en tu mejilla pudiera ser un río
cuando te convertiste en descenso conmigo.
Es tu decisión la que ves flotando entre nenúfares
en los espejos sin labios de esta ciudad de hachazos. Mi consejo.
Vas a llenar mi espera de contrarios
fuera de todo
estilo de creencia por latido.
Y la tierra no estaba preparada.
Porque escindiste la sábana del día
con eficiencia de amante.
En la nueva ciudad ya no habrá puertas
sino calles extremadamente estrechas
y muy difíciles de recorrer
pues como humanos desbordaríamos sus extremos.
La salida ya nos apremiaría como distancia
y al llegar nos sentiríamos desconcertados.
Tú querrás un plano de los abrazos.
Y te perderás entre sorpresas y bienvenidas.
Te demorarás en los escaparates diversos de la despedida.
Pero recuerda, si alguna vez dejaste tu mano
largamente posada sobre hierro y madera
como si el brazo en tu cuerpo siguiera a la espera,
los tiempos en que fuimos colmenas de muros,
guiños de válvulas con algo sin decir.
En el inesperado y sorprendente
tedioso tiempo que dura la caída
dudo de la estética de tu mirada
y no siento tan firme el lazo de tu mano;
pero si me remontas el vuelo
si nos arrebatas a esta lógica tenaz
con que la realidad impone su coherencia
te amaré para siempre.

lunes, 4 de marzo de 2013

Siete tópicos sobre el instante

Desde esta orilla cambiante del mar
donde huesos y monstruos rectifican
su conciencia me entrego y desnudo
a los apetitos de un día
en que no pude salvarte.
_

En la barca del recuerdo quiero morar,
porque la ausencia es mi roca.
El viento medita su curiosidad fueras y fueras
y en la ribera los niños juegan y los peces.
_

Cuando del tibio jardín sembrado
hace tiempo en tus labios
fui expulsado juré pero detrás
gesto y letra quedaron quietas
las sombras de mí y ya no volveré
a repetirlo.
_

La idea en su perpetua insinuación y retirada de curva
lujuriosa me impide ver el anhelo de mis manos y mi boca
pero me anima en su idioma extraño tal como te quise.
_

Lo mío huyó.
Cuerpos muertos y extraños se agolpan en la casa.
Insisten en llamar. No atienden a mi mirada que vuela lejos.
No es mía y llaman. No dejarán espacio.
Ellos creen bailar en una alegre y fiesta dolorosa
mientras dure el puro tú exterior que les consume.
_

Feliz aquel que carece
de otra ocupación que dedicarse
por entero a la gramática
y no conoce el picor del cuerpo
ni el escozor de la amistad.
Feliz aquel que no ha oído hablar
de la vida ni por lo más remoto
y vive atesorando su propio ejemplo.

*



Este hogar, vacío, que te traigo

De qué belleza y gracia he de pintar tu devenir,
vacío de cuantos y otros costados o sabe dios.
y no me digas nada, rostro de mujer,
que en un solo pestañeo me arrancas
esa nada y corazón y mente que respiro.

domingo, 3 de marzo de 2013

Consejos para una moral fácil de seguir y fácil de entender

Bien. En primer lugar yo huiría
de los extremos revolucionarios; pero eso
yo, cuidado: la moral con no creérsela
es suficiente, no hay por qué
imponerle nuestro escepticismo a ningún otro.
Hablar lo más explícitamente posible, y a ser
posible con ironía, avisando.
Y a los que me conocen de veras les diré aún más:
cuando quieran, quieran en verso,
que la prosa se nos escapa a todos de las manos.
Para mí son sagrados, y trato con ellos
como sabéis que trato a los dioses.
Desde que llegaste, no he vuelto a ver
una hora de descanso, tuya es
la llave de mi calle y de mi casa,
el río, el corazón y el reino que creí
vendrían a esperarme bajo el sol.
Ahora sólo un sueño me consume
en tus brazos y tu nombre y caigo
sobre el deseo de saber y de ti.
Siendo débil añoro la ignorancia,
maldita sea entraña por entraña,
que no me supo avisar de tu llegada.
Perdón si no soy el resto de las opciones.

sábado, 2 de marzo de 2013

Himno a lo sabido, por todos

.....Hay un mal, a la vuelta de la esquina de nuestras vidas, peor que la muerte y peor que vejez: la torpeza. Y ahora permítanme que le hable de la torpeza.
.....Ciertamente, no es con exactitud a lo que se ha venido llamando con ese nombre. Podríamos designarla como vicio, pero lo viciado es solo uno de los caminos que conducen hasta ella. Tampoco sería justo equipararlo a la necedad y mucho menos a la ignorancia, que si bien pueden ser estados previos, no por esta razón hay que trasladarles su significado. La torpeza es una pasión mucho más pura: ese estado del ser que dificulta o impide su transformación o incluso su función, si ésta va más allá de la propia torpeza.
.....Por torpeza nos resignamos a un pasado imposible. Por torpeza nos negamos la resolución de un futuro abierto ante nosotros. Seres torpes que somos dejando escapar el ahora entre conceptos pertenecientes, cómo no, a otro momento. Esa prisión de la fantasía a la que nos encariñamos edifica la torpeza, la que con uñas y dientes defenderíamos, a la que antes que a nuestra vida nos negaríamos a renunciar. De no ser por un insólito esfuerzo que es su contrario, el esfuerzo amargo de acoger a ese alegre desconocido: el amor.
.....Que cuanto damos por sabido y comprendido nos lleva directos a la torpeza. Y la profunda desconfianza que este sentimiento, tan firmemente enraizado en la verdad, conlleva es un eficaz aliado de la torpeza. Porque los senderos del amor, que es su enemigo, son difíciles de describir, pues se adentran en lo que nunca fue sabido por nadie, explicado por nadie. Una incomodidad tan difícil de aceptar como difícil de rechazar es esa bendita ignorancia, ese cieguito amor, que llaman, sin saber, por supuesto, de lo que hablan.
.....Y ahora, no hagan como yo, si me conocen, ya, ahora, frunzan el ceño al gesto propuesto.

viernes, 1 de marzo de 2013

Cuando uno crea un mundo quiere vivir en él.
Construir una vida es una labor atenta al descuido,
así de inevitable un querer sencillo se escapa de las manos.
Por otra parte, desconocidos y extraños detalles irrumpen
a sacarnos de lo que creemos nuestra tarea y cómo cuadrarlos.
Las paredes tienen entonces el mismo frío helado de la sangre.
Es descorazonador, esa es la palabra.
Tú eres ese mundo mío y mi vida y el día que se levanta.
Así dicho, queda extraño, insólitamente traído de otro
país y corazón, economía y leyenda.
Tiene sus labios en mi rostro en señal de despedida.
Por este amor de superficie
porosa navego y quisiera
bucear cuál es su
contextura su densidad
después de tanta caricia y tanta
ausencia y esta realidad
que en oleajes se me queda
impregnada de un tú tan difuso
que apenas queda olor de tu memoria
que no hiera cristal y dura
boca.
En el balcón en esta casa al filo
del acantilado escucho los suspiros
que el viento arrastra rastrillando las olas.
Hace cierto fío y añoro los gusanos y los ruidos
que me hacían
la vida imposible.