miércoles, 17 de abril de 2013

Ahora me pillarás llegando tarde a este momento porque me detuve con el tuyo.
Tejo con mis caricias el muro de mis manos.
Tejo buscando
un ojal por el que escapar a un interior
no primigenio.
Tus manos me disuelven. Tus labios me disuelven.
Incógnita te abres.
Nada o vacío han nacido ni están por nacer.
He leído, pero esas mismas palabras han cambiado.
–no es obediencia la noche ni tu piel–
Escribo al filo de otro día y al filo del otro.
Tu lengua como un cuchillo por mi cuello, mi lengua
se aventura en tus humedales. Las persianas golpean
porque, desde lejos, ha venido a visitarnos el viento.
Como me gustaría
haber vivido contigo.
Has sido puntual

Morfema por morfema y palabra por palabra

Jamás desaparezco y lo sabes
en este mundo lleno de intermitencias.