jueves, 30 de agosto de 2018

Contemptus mundi II

Canta por mí, narrador, que andamos
equivocados, que no nos salen
las cuentas, que entrometidos los dioses
nos hicieron morder y que la huella
del mordisco
fuera el alma.
Quien no ha besado ha muerto ya
y quien conoce el amor pasea por la muerte
como un loco gritándose a sí mismo he vivido.
Porque el amor no arde, ni pasa, ni es;
el amor escribe, para quien con sus ojos
lea, con sus oídos oiga, con la sensible
yema de sus dedos
toque.