Bacteria por bacteria, este es un mundo de asesinos. Aunque también hay ganado que se alimenta del sol e infesta los prados sin piedad. Sólo el hombre viaja sobre las piedras. De océanos y gargantas poco se sabe.
La palabra es un muro que se derrama en el oído como un veneno de piedra. Una vez dentro de ningún lugar se atomiza en planetas, florece en montañas, late en fisuras y vacío.