domingo, 30 de junio de 2013

Sobre diversos temas morales

Sobre la ambición: Desengañémonos, el hombre
no ambiciona a mujer alguna,
reserva para la mujer otros sentimientos
–como si tuviera en esto capacidad de decisión–
y parecería que quisiera perderlos de vista
para perderse en sus ridículos afanes
–algunos muy prestigiosos, según qué punto
de vista–. Y como de nada de esto habla
sino que su discurso es paralelo a sí mismo
y arrastrado por el empuje de otros asuntos,
esta tarea suya es ignota, a su pesar, por eso
es que me río. Ahora bien,
tú, mujer, yo diría, ambicionas a cada instante
y más de lo que la realidad puede soportar.
Tu ambición está inmediatamente frustrada,
y crece, y arrastra, y el hombre qué sabe.
Que es el torrente de tu amor, no puede imaginarlo,
que es el muro en el que tu corazón se vuelca,
que es la ciudad entera por la que paseas,
la luz y el olor con que te cruzas y te posee.
Lo tocarías ahora mismo pero todo él falta o casi.
Él está perdido es sus cosas, una vez te encontró,
y tú lo ambicionas a pesar de su ignorancia
tú lo creas, creas su amor, y si te ama
ni aun el paraíso será un punto suficiente.

sábado, 29 de junio de 2013

Empezamos: enmarcamos este lugar.
Nada. Dentro de los límites: nada,
y los límites son imaginarios.
Y esa nada es un lugar.
También así mi cuerpo algunas veces.
Por eso te acercas latigazo para mi explosión.
De este vacío del que enraízan abrazos
hacia la luz –manos que se enroscan en tu espalda–,
el miedo –si se detienen los besos cae la distancia–,
pensar en ti, estar contigo, encontrarte
en los hechos imposibles.

viernes, 28 de junio de 2013

Las cosas de este mundo sólo son temas de conversación. Tú o no, este vacío o no: eso es lo que de verdad está en juego.

jueves, 27 de junio de 2013

Mural poética

La poesía escrita no es más que un reguero humano,
síntoma o señal de un desfile de heridos.
La instantánea de un aroma latiente que queda
cuando los restos se consumieron en fuegos
tiempo ha.
Hombres y mujeres viven poéticamente, dudan,
aman, se golpean con todos sus anhelos
secretamente se aman, se escriben se publican
(quedan para verse y se ponen nerviosos,
se quieren y no saben
que decirse y lo que brota, estúpidos sí,
pero poesía que quema y quita adentros,
se lamen, se regalan helados, se acarician
con la nariz, acercándose peligrosamente al placer
se cocinan con recetas que nunca imaginarían,
se rodean de amigos entre los que desaparecen
pasan inadvertidos excepto a los artistas y otros,
y obsesiones y ropa y hielo y besos).
Llamamos poemas escritos a charcos de sangre.
Versos globos de carmín de hierro y oxígeno.
Alimento para un nacimiento o un parto,
para una huida, una muerte.
De ellos salimos como saldríamos de un charco de sangre.
Se ha transformado en calle tu cansancio
y una orquesta medita si es la hora
de desnudar el brazo que ejecute
la sangría fatal sobre la norma.
Quiero decir que el hombre cuando ama
es un eco de espejos a no ser
por el fío que ha sido su mirada
y la nada que escucha
atentamente nadas.
Cuando no ama es letra
soñada de mujer.
Lo escrito es lo robado por los serios museos.
Leerte es una grieta que germina corriente
abajo. La herida crece mientras conduzco
a veces al trabajo y al amor siempre.
[bocetos casi encontrados
sobre paredes no terminadas]
Hay una biología levantada poéticamente.
Podemos verlo en la risa, tan cruel como humana
–anatómicamente hablando–
en las frases que denuncian el frío de este instante.
Una vez hablaste y ahora atornillas mis pulmones
de modo que mi callada incertidumbre es casi tu voz.
* * *

miércoles, 26 de junio de 2013

Debilidad, debilidad, amante perpetua,
que no conoces su rostro en mis dilatadas pupilas,
su excitación saltando muscular y hambrienta,
su placer humedeciendo los sonidos más dulces,
ni la mella invisible en mi mente de oficio.
Pero qué arte tienes –será nuestro secreto–
para atrapar la ocasión, como tú,
hecha de vuelos.
La técnica cree en el hombre.
Dije que me escondo. Es un error. Debí decir:
no existo. Soy en ese caso un vacío que se esconde.
En una lógica, en un idioma –la física como escondite–,
en una coherencia moral fruto de un azar divino
o de las modas, como ahora se estudia.
Estuve a punto de no escribir esto; pero pensé:
es mi deber, hay que estar atento, a lo que es
ingenuidad, mentira intencionada, esencia
o simplemente sucede.

martes, 25 de junio de 2013

Qué más pruebas necesitáis de que no somos dueños
de nuestros sueños. De nada, pero de nuestros sueños
menos. Al menos yo.
Pienso en los días recurrentes, sus escenarios, que ya
debiera conocer de memoria y sin embargo ahora
no podría, frustración delirante, reproducir de memoria.
Pienso sobre todo en ciertas músicas que nunca me da
por anotar (¿cómo se graban apuntes en el sueño?), porque
cuando uno quiere palabras no hay palabras
ni letras ni notas en el sueño; sólo vivencias.
Y esa músicas ni yo ni nadie las oirá jamás.
Y en cambio, nunca sueño contigo, sorpresa de la realidad,
abrazo de un calor innovador en cada llegada.
Nunca sé de qué otro amor me vas a hacer quererte.
Y vivo expulsado en mis sueños de tus verdaderos brazos.
Y vivo expulsado en mi memoria despierta
de cuantos detalles merecen la pena.
Por eso me veis todos yendo a buscarte.
Algo más que acción, menos que sombra.
Hay en las superficies de los objetos
espejos que son miradas. Si no,
no se explica. Cuánto reconocimiento.
Interrogantes buscan detalles, tal como tú
buscas detalles, y te interrogas ante un espejo
o ante un objeto o ante sus superficies.
Oyen, como ecos, pensamientos dando nombres
a sus detalles y a los detalles de sus nombres.
Sólo el espejo no es objeto ni mirada.
Es el nombre de una superficie para un lugar
al que no tenemos acceso. Bienvenido:
otro vacío más que limita lo humano.

lunes, 24 de junio de 2013

Embriaguez del pasado, cuándo termina tu resaca.
Accedemos a todo mediado por recuerdos.
Me dejaron
guardar la bicicleta
en un pasillo
de la cueva museo
soñé esta noche.
Hoy trabajo, cocino, estaba ya en mis planes.
Es así como te beso o sigo leyéndote.
Eres tú cuantas lecciones de ternura.
Es así como se escriben las preguntas.
En este apunte de horas, que son palabras, que son.
Hace poco hablaba de Perseo.
Es injusto que la verdad se envuelva en palabras increíbles.
Los enunciados de las leyes son nítidos y a esto nos han llevado.
Pienso que toqué un milagro y se ha vuelto vergüenza.
Ningún suceso esconde su sensualidad.
Este calor vine de viajes, de besos y de playa.
La enfermedad suena a bocina de camiones lejanos.

El dolor no es excusa

Estoy siendo usado por la apatía para no sé qué fines.
Patentada una llamada tuya como antídoto.
Se investigan enfermedades susceptibles
de ser aplicadas por un precio rentable.
Hace años comenzó por las calles
y a escondidas en las glosas a los tomos de Historia
una concienzuda labor de propaganda de aromas.
La parte de mí rebelde y curiosa está planeando
fugarse contigo sin que las otras lo sepan
–mezquinos informes de no sé qué infiltrados–
He decidido ayudaros a mi parte y a ti,
aunque sea tan probable
el conocido precio de la exclusión y la soledad.
Y ahora comienza el poema en el que explico
el método, el lugar, los útiles precisos de la fuga.

Perdido en la transacción.

Cambié mis sueños por una vida, mi vida por un juego, mi juego por un oficio y el oficio por la vida de otros.
Por las fisuras de tus secretos late el viento.

Freiheit. Libertatem. Eleutheria.

[griego] eirë (asamblea) - eirënë (paz)
[latín] PACTUM (pacto) - PACEM (paz)
[alemán] Freund (amigo) - Freide (paz)
El hombre es un husky siberiano para el hombre.

domingo, 23 de junio de 2013

Incapacidad de venganza

Memoria: los momentos no desaparecen,
pero yo desaparezco por momentos.
Juego de contrarios: la violencia acelera
la muerte, la razón se prolonga a sí misma.
Acaba ya. Da carpetazo. Afronta
el día que te llega como un incómodo amante.
Estremecimiento del si me tocas.

sábado, 22 de junio de 2013

Amigo

El discurso está equivocado.
El auténtico lugar es el sueño.
Estamos despiertos para sostener esta biología
y perpetuar la obediencia debida a la máquina
que en su cortesano baile de funciones nos sustenta.
Y allí vigilamos los fantasmas y creemos.
El auténtico lugar es mujer este sueño.
No he visto otras montañas nevadas como tus pechos.
Esa noche me arropaste con tus labios y tus besos
amasaron mis huesos hasta hornearme en tu boca
–¡en esa noche se hundan los tiempos!–
y yo fuera el humo de tu cuerpo.
Me enamoran tus palabras y el deseo me tortura
en los detalles del mundo febril que viaja en tu silencio.
El discurso no habla.
Lo triste es que el hombre ha olvidado.

viernes, 21 de junio de 2013

Desestimando el ritmo

En mi corazón late arena y no me extraño.
Cómo explicar el origen de estos sueños.
Este mundo está hecho fuera de casa.
Por manos que brotaron en medio de la selva.
Un tesón achacable al olvido pule sus brillos.
Amor que arrastra mis libros.
Pausa dilatada por la sociedad y sus crías.
Sólo quiero que escribas en el idioma que sea
en la materia prestada que te permita
este jardín de locuras que a veces conocemos.
Que a veces arden en perdón a lo nuevo.

jueves, 20 de junio de 2013

La libertad –ese familiar aroma de verano–
es el punto preciso de la tragedia, mujer,
que alientas, desgarro químico, ese abrazo
de la ausencia donde antes (¿antes, antes?)
bien firmemente te apretaban sus brazos
–creías que te iban a romper, de tanto deseo–
–duró lo que una brizna seca de hierba entre los dedos–
y en esa palabra al viento haces collar de días.
Yo –qué duendecillo se erige ese título–
volveré; ahora voy de voz en voz,
de leyenda en leyenda, y traeré
de nuevo toda la vida
para amarlo.

miércoles, 19 de junio de 2013

Aprender a estar a la altura de tu compromiso
de tu vuelo rasante, de tu intensidad volcada
en la poesía hecha vida a cada instante.

Me hablabas

Yo también lo creo, que hubo un tiempo
en el que pude ser un sueño gigante
suspendido minúsculo en el vacío sin límites.
Pero llegaste. En ti paró esta luz
que no es mía sino prestada no sé.
Eras y cambiaste, otra vez tus manos
lejos y tu cuerpo lejos de mis manos
¿desde cuándo? Es ahora. Y también
ahora que siento la ausencia de tus dedos
escarbando un vacío que termina con
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . –
con tus mismos otros dedos labios
brazos ausentes.
No puedo escribir de tanto que te espero.
¿Cómo era?
Salto de edificio en edificio, son siempre
los del barrio pero nunca los mismos.
Y siempre esa sensación de que antes
era mucho más fácil, que entonces sí
pude verte aunque tú no sabías nada.
Hay partes de mí que aún no te conocen;
cómo tengo acceso a ellas aún no lo comprendo.
Allí donde arde el derrumbe allí
es donde quiero. Este vacío, misteriosa obviedad,
tiene sus límites, porque sólo a ti y a mí
nos incumbe.

martes, 18 de junio de 2013

Pesar de medidas

Un baile incompleto de piernas y labios.
Yo qué sé, ¿y por qué no de dientes y manos?
Mi saber es. Incompleto. Mi atención es
incompleta y mi destiempo. Este baile
es tuyo incompletamente pero tuyo.

lunes, 17 de junio de 2013

Escribir en el viento.
Esto sí. En busca.
Fichados por la soledad. En busca
y captura. Misteriosa recompensa.
Pero el vacío es más actual
que las caricias. Su siempre más
tangible. Su acción más

domingo, 16 de junio de 2013

Realidad de realidades: todo es realidad.
Se levanta la realidad y torna a sus giros.
No se llena, ni se mide, ni se sacia.
He aquí donde dije eres el vacío
que me alza en cascada, eres
el relato rasgándose,
cabalga en la locura de tu risa,
en la servidumbre de la alegría.

viernes, 14 de junio de 2013

Apenas te conozco, te echo de menos.
Y antes te tenía en falta.
Mi imaginación vive incompleta
mente los objetos, los sujetos y sus causas.
Estos vacíos carecen de sentido.

jueves, 13 de junio de 2013

No abandones los gritos. Si te fijas
el Sol sigue irradiando a nuestro pesar.
La memoria es más persistente de lo que quisiéramos.
Menos fiable de lo que merecemos. A juicio
de quién. Soy una montaña, no tengo que agacharme.
Mi voz es el viento y el agua, viaja sin límites.
Soy la gravedad del planeta. La distancia.
Cuanto de verdad hay en las lágrimas o el trabajo
que cuesta analizarlas, valorarlas, distribuirlas.
El virus cultural asimilado. Muta.
Los actos y las palabras, es un cartel.
Los estudiantes soportan mal el ahora
y el ahora se derrama fuera de la cultura.
Cualquiera diría que están infectados de un imposible.
Como se mueven los continentes y los amantes.
Como surge la vida en planetas aislados.
El placer, fibra de manzana y agua,
azúcar que desliza la memoria en mis
labios, yo mismo, trabajado, molido, cuanto estuvo
delante ¿qué estuvo delante? ¿qué tengo ahora?
Las ideas caen en saco roto.
También tuve creencia de saco que flota.
Algo se precipita de caída en caída buscándote.
Un surtidor de máscaras emergentes.

miércoles, 12 de junio de 2013

El mar busca un maestro para gestionar sus propias dudas.
Pero cuando ese pensador conozca los entresijos del coral
habrá en su deseo el rojo de mi sangre y la calcita de mi alma.
Y si le ocultas la caligrafía de tantos barcos que te surcaron
con la precipitación de una caricia sobre una carta de guerra
sabes qué otros edificios sin duda surgirán, o lo imagina.
El mar vino a visitarme y me vio hundido con toda mi
civilización.

martes, 11 de junio de 2013

Yo soy la excusa para ella.
(¡Ella, que ama las excusas!)
El hombre, mirado por la verdad, es invisible.
Nadie comenta nada de mi obediencia, ¿por qué?
Mi modosita resistencia a la tentación.
Mi masculina mojigatería para con el instante
y su seductora esencia de muerte.
Ahora que soy un rey, esposo de mi esposa,
largamente las horas son una torre que enfría
mis vivencias –otros hablan
de un barco, de un cofre,
de un zurrón, de un ataúd–
Tú eres la puerta por donde escapo hacia el oro.
Tú eres el momento de tensión en el que la realidad
se vuelca, yo sobre ti, ¿tú me esperabas?
Tú, momento mágico, en que revolucionamos
eso que dicen que es el mundo.
Vuelo. Todo está al revés. ¿Quién entenderá?
Si su mirada es ya de piedra.
Rápidamente obviamos u olvidamos.
Nuestra mirada es veloz, nuestras sandalias aladas.
No está encadenada a la roca junto al mar.
Devoración de lo real velada por los objetos.
El cambio no tiene que ver con el entendimiento.
Mi corazón está parado. Tu rostro en una bolsa.
Pero dos mujeres disputan y surge un mito.
Diosa. Monstruo. Amante paciente. Irónica.
Redentora casual de cuanto soy humano.
A los hombres les gusta jugar y mirar los juegos.
Compiten con gusto, mastican con gusto la competición.
Así, entretenidos, los abuelos están muertos
ya por las hazañas de sus nietos.
Siguiendo fielmente las reglas del juego.
Los cabellos de una mujer son serpientes y su veneno la belleza.
Pero tus cabellos son serpientes de verdad y su veneno.
Todo está al revés. La belleza es un veneno de piedra
para mis ojos de piedra y un velo de mi mirada.
La mujer es una piedra de verdad un mar
cuya belleza es la mirada lanzada, la visión que vuela
–cadenas que serpean por tu cuerpo como un mar al viento–
veneno de libertad como te pienso
ahora cortada.
Pero cuando te conozca, dicen, conoceré a la mujer,
a la mujer hermosa atada fuera, no dentro de la roca.
La que va a ser devorada por la mar, también mujer,
por culpa, culpa, culpa, del orgullo de su madre.
Orgullosa mujer de cadenas hermosas, orgullosa
de su hermoso mar, su hermosa roca culpable.
Cuando yo vuele, dicen, con tu mirada en las manos,
con tu verdad oculta en mi zurrón
¿por qué dicen que hermético?
Tuvo que ser por milagro del oro
(mi abuelo antes de nacer nos encerró en una torre
si yo llegué a conocer a mi madre mujer hermosa
incluso a través de un velo de piedra).
Qué es el oro nadie lo comprende aún.
Después de nacer, mi abuelo hizo de
la torre un barco, de un ataúd un barco,
de un cofre hizo un barco como si el mar no
fuera un milagro. Mi padre es el oro
y fuimos pescados: un barco, un ataúd,
un cofre y una torre entre las redes.
Fui impedido, amilagrado, arrojado y pescado
hasta nacer para los hombres.
Eso te contamos, rey del lugar, que pronto
insistes en arrebatarme a mi madre,
mujer hermosa.
Empeño de demostración y convencimiento.
Sabed que con sus pezuñas pisó sangre
justo antes de que cabalgara por los aires.
Eso es un hecho. Sigue siendo un hecho.
Sabed que a aquel guerrero no se le conocen batallas.
Yo no las conozco. Si las invento. Pero son
testimonios de un cuerpo glorioso, en cuyas
venas circulaban los prodigios.
¿Qué más surgió, qué pudo callarse?
¿Por qué me sigues
hablando con enigmas?
No tenemos ojos. Son nuestros fantasmas
quienes miran por nosotros.
Así que he decidido
ir de uno en uno, de fantasma en fantasma,
de mío en mío, no sé, a arrancarles
los ojos, a que me enseñen a no ser ellos.
¿Quiénes son, cómo encontrarlos, cuál es su idioma?
Comparten acaso un mismo ojo y un mismo diente.
Tú fuiste mi fantasma preferido, pero antes
no lo sabía, ¿y ahora lo sé, cómo? Me contaron
cosas horribles de ti. Paradigma del horror.
Te llamaban objeto de mirada prohibida.
¿Qué veías tú entre nuestros ojos huidizos
y nuestro corazón de piedra y nuestro valor?
Yo sólo me atrevo a recordarte de reojo,
a través de este escrito, de esta lectura castrada.

lunes, 10 de junio de 2013

La luz punza con pasisión matemática.
Aún emparedado en mi piso a oscuras
–entra amante por las rendijas–
o no tanto, la verdad.
Aún en este cerebro oculto entre mis huesos
–y piel y grasa y pelo y sangre y aire y sabe dios–
tampoco ve nadie sus destelleos, como dicen.
Pero la luz punza, duele, lo aseguro,
delineante traza cascadas y haces en esferas.
Las polillas no vuelan de día.
Las primaverales polillas no vuelan ingenuas de día.
Algunas polillas ingenuas no quieren volar
primaverales cuando el día dispara luz incluso
desde el suelo, desde los huesos, desde
los pensamientos más desesperados,
la costumbre menos hecha a tus dos pechos.

domingo, 9 de junio de 2013

Qué saldrá. Picor entre picores
salmodiados. Serigrafiados.
Osmosis de la piedra la palabra.
Titanes de este corazón los besos.
Cada día quiero ir a tu encuentro.
Sobre el asfalto entre las zarzas bajo el sol.
Respirando esta ausencia que tanto

sábado, 8 de junio de 2013

Volvamos a Dios, ese hipopótamo,
el cocodrilo ancestral que es metáfora
del sufrimiento más paciente, del deterioro
universal elefante con brazos miles
de mujer azul de cielo y diente
entregado a la muerte sin respeto.
O pasemos olímpicamente
de estos y otros temas.
Me dices, ¿qué es este enigma?
Pero han volado tus ojos,
quieren música.
Queda tu perfume y la huella
invisible de tus labios.
Alguien trocó los universales
antes de crearlos y que fueran
abstractos. Hoy, trocitos, lo partimos.
Él lo sabía. Él era sólo filo:
lo que hace sólo un momento imaginamos
mientras sonaba ese motor hidráulico
bien lejos que sería lo que aún futuro.
Los artistas llevan tejiendo pájaros
lo que las estrellas combustionando amor.
Me releo, vacío de vivencias, es
exasperante. Dirías que el vicio
es mi quietud. Y yo me defendería
esgrimiendo mis propios fantasmas
contra mí mismo.
Dolor abierto en las piernas que baja
como un dolor de cabeza, como
la gestación de una divinidad. Hambre
de piernas o cruce de otras piernas.
El maratón de tus piernas sube hasta las mías.
Cuando no te conocí caminaba
con mis costillas en la mano
alegremente, torpe, mezquino, solamente.
Hoy, deseo de piernas, de ti, de viaje
hacia la selva y los hielos,
hacia las posibilidades históricas
de nuestro, marciales eufemismos, bocado
amor.

viernes, 7 de junio de 2013

No la mires. Entrégate a sus ojos.
(aplíquese esta lógica indefinidamente)
La pasión no saluda ni termina de despedirse entre un filo y otro del fuego que no es silencio ni distancia ni adiós ni recuerdo.

El pecado de los que no escriben demasiado.
Zambullirse en literatura efímera. Empaparse
con pasión y desaparecer como desaparece ella.
Nunca, pasé por ti.
Un sueño navegando entre sueños, diseñando entre sueños. Un diccionario de sueños, el sueño. Pero ahí está la certeza del amor que me ardes.

Yo pensé que hoy no existía.
Pero no lo supe hasta que llegaste.

jueves, 6 de junio de 2013

Escribo rodeado de individuos que no sabemos qué pensar.
Escribo al borde de mi obsesión, pues filo eres
de largo recorrido, ¿quién?, tus propias pesquisas
me recortan, porque no soy yo, qué has visto, qué
estas viendo qué piensas y nada te interfiere, qué molestos
interrumpen, pensamientos, cómo has aprendido a no hacer
les caso, no son tuyos, ni son acción.
Estas mesas tan bien diseñadas, disciplinadamente vendidas.
Estos cuadernos en los que se vuelcan odios e indiferencias,
catalogados según la cantidad de falta que hayan recogido.
Esta luz del verano, protegida por las instituciones.
¡Basta ya! Tecleo con mis dedos prestados, aunque es
mi sangre quien dicta o escribe o más quisiera
yo, qué torpe palabra.
Y habiendo dejado constancia del desvío (rodeando), construida tu paciencia
desbaratada mi obsesión ausente de extraños,
de cuántos escudos he dudado por evitar un movimiento.
Tú ves el baile de la vida. Tú bailas con ella.
Materia o posesión corroe su envidia o asunto.

miércoles, 5 de junio de 2013

Mi cuerpo ceniza las promesas,
mi pensamiento roe el olvido,
pero mis pasos y mis errores
inspiran esperanzas.
La razón avanza a zancos por una realidad
que sueña con tortugas yo contigo y el mar
las algas me conocen los abismos me alaban
nadie de lejanas corrientes indeciso a veces
espuma a veces tridente voraz sobre la roca
reposo me razona.

lunes, 3 de junio de 2013

Vas caminando sin mancha.
Vas marchando sin herida.
Y qué son las huellas de tus pasos,
qué la herida de tu marcha.

sábado, 1 de junio de 2013

Qué sucede

Qué sucede cuando
la realidad desaparece
en el dilatado momento
y el mundo es un eco.
Sabes que algo
o quisieras imaginarlo.
Nada encajada en la garganta
y respirada en ordenadas
fracciones. El pasado
ha comenzado su éxodo.
La materia no tiene
piedad.