martes, 25 de junio de 2013

Hay en las superficies de los objetos
espejos que son miradas. Si no,
no se explica. Cuánto reconocimiento.
Interrogantes buscan detalles, tal como tú
buscas detalles, y te interrogas ante un espejo
o ante un objeto o ante sus superficies.
Oyen, como ecos, pensamientos dando nombres
a sus detalles y a los detalles de sus nombres.
Sólo el espejo no es objeto ni mirada.
Es el nombre de una superficie para un lugar
al que no tenemos acceso. Bienvenido:
otro vacío más que limita lo humano.

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