Intenta tachar lo dicho.
Sólo conseguirás bailar a coro con la multitud de los intentos,
y hay y ha habido y habrá tras tantos intentos
que lo sucedido o no, sólo sabe bailar sin suceder nunca.
Lo dicho.
El tiempo nos persigue y nosotros le huimos.
Como un tímido enamorado insiste en su regalo de silencio.
Somos crueles con él, lo nombramos, lo exorcizamos.
Somos crueles aun sabiendo que todo este tiempo
¡todo este tiempo, amor! estuvimos equivocados.
Todos tus intentos por fracasar fueron
un auténtico fracaso.
Y te felicitaron por ello.
Ya existe la palabra absurdo.