Si una vez despierto no hay sueños intrascendentes, una vez nacido me serviría cualquier cosa y creería como un niño que su lógica es real-mente-interesante.
En el cielo no hay estrellas, sino viajes. En tus ojos no hay estrellas, sino viajes. En tus labios, palabras. En tus palabras, viajes.
Qué terrible este ahora que me oculta cuánto tendré que amarte