jueves, 6 de enero de 2011

Misión cumplida

Con qué ilusión entregaría la pequeña diosa
su trabajo terminado cuando le encargaron
que hiciera la tristeza.

Las estrellas son polvo de nosotros

Los dioses incitaron a los reyes sus pirámides
para que miles de alientos humanos supieran
ser esclavos, soldados, turistas, féretros, sabios
entre historias e historias sangrantes de amor.
Hubo un tiempo en que los suspiros de incredulidad
movían las montañas.
Entre tal desbarajuste de horizontes fue que los humanos
crearon a sus dioses.
Pasillo de nada que me lleve muy dentro
de ti, mi única salida de mí,
hacia el escorzo de todas las ningunas partes.