sábado, 26 de enero de 2019

No necesario

Sin esfuerzo, habito una ciudad al tobillo de la nieve.
A la orilla donde vienen a morir litros de óxidos, monóxidos, nitrógenos, carburos, sulfuros, etc.
Su destino, bajo el tejado del sol, es ser respirado por miles de turistas y unos pocos trabajadores.
El, mío, pasar a través de los ojos confusos de un idioma, lector, que, acaso, ya sabe qué hacer, dónde fundar,
anciano infantil,
el tiempo.