miércoles, 5 de febrero de 2020

El material

A esta hora los amigos se marchan
(nunca, en realidad, llegan
a haberse marchado)
y es el momento de cerrar las puertas, por qué,
a la oscuridad y el frío de la noche.
Aquí vosotros, objetos de mi vida,
ordenados o desordenados, diseminados
por la indisciplinada casa de mis recuerdos,
que me habéis visto tantas veces comer, dormir,
vestirme, en suma, de impaciencia con sus deseos,
si me vierais ahora
no me reconoceríais,
igual que yo no reconozco
que este mundo sea este mundo,
que todo me parece ya cosa de los sueños.