martes, 27 de noviembre de 2012

Hombros, hombres, nombres, sombras y asombros carecen de intención.
El final dejó a los asistentes con la boca abierta porque no volvieron a saber de los actores con certeza hasta el día de hoy.
He amanecido en un nuevo catálogo de dioses. Porque me acosté contigo, cultura. Que todo hay que decirlo.
El concepto de silencio es sólo una prueba de lo mucho que inventa el ser humano.
Todos los instantes se reivindican a cada instante. Y si uno faltara. Todos se abandonarían para reivindicar esa falta.
Ya nuestros muertos abonaron la tierra con sus sueños, y el aire con sus deseos.