viernes, 17 de junio de 2016

Pido
permiso. Exijo
compromiso. Espero
paciencia. Acepto
olvido.

Abierto al encuentro

Del pensamiento racional no espero
nada excepto una herramienta
que me permita
explicar cómo
te amo y que funcione.

Deseo, discurso y sangre

Quieren un pensamiento incontinente.
Sospechan que sus últimas verdades 
fueron un lastre de incapacidades,
hilos de cosas roban a su frente.

Empiezan a sudar y, de repente,
se justifica el sol y las ciudades
y el cultivo del tiempo y las edades.
Templos de sombras donan a la gente.

Predican con sutil detenimiento
que se ha decidido el pensamiento:
querer y sospechar, ser y empezar.

Y se detiene el juego y no comprenden
ni lo que obvian ni lo que pretenden.
Espumas de rumores en el mar.

Generativismo

Las obsesiones forman
mi auténtica frontera. Insisto
en discernir qué mío
obsesivamente no
me pertenece. Fronteras son,
no ríos, cuencas paragráficas
de mi sentir. Arterias no,
fronteras, que sin saber cogía
desde obsesivas mentes
que sin saber decir, insisto,
sin discernir qué mío
iban a generar.