Me tienes apresado el querer con brazos y piernas.
Cuando salgas de paseo seré ciudad y camino
por el campo.
Me pisotearán los desconocidos y querrá
crecer la hierba sobre mis pasos (esa es una dirección).
Cuando te vistas, ojos envidiosos y ardientes
de deseo te recordarán, habrá olor y moda.
Algunos besos.
Pero meditas tus huellas cuando escribes,
decisión de mi prisión en la pasión querida.
Sin contar con las minúsculas células
que se dejan caer alejándote la muerte
y desnudándome el querer a no se qué calores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario