sábado, 4 de mayo de 2013

No me hagas

reir –se oyen risas–
¡Ritmo poético, ritmo poético! ¡Habráse
visto! Nnnnnnno. Si alguna vez hubo
un efecto (a la música, lo suyo, a la
pintura lo suyo, a la arquitectura y así
sucesivamente) en la palabra más que la palabra
llamémosle
verdad a falta
de un término
mejor para
llamarlo.

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