Ciertos collares heredados de orgullo pesan.
Pocos admiten asumir que la felicidad tiene un precio.
Muchos, en cambio, están dispuestos a pagar el precio de la tristeza.
Se duda si es posible cambiar de herencia.
Realmente es difícil. Necesito tu ayuda.
2 comentarios:
A veces escribes cosas que, no sé, están tan bien planteadas, que es difícil comentarlas. Un saludo.
Es por eso que el mejor poema
habría de parecer imperfecto.
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