La violencia con que la piedra se deja
acariciar por el agua y por la piel de la serpiente.
Unas alas sajan la espiral en el aire hormigonado de lluvia.
¡Con qué tranquilidad palas y grúas y tornillos
excavan lo que llamas civilización!
Porque tú, libre de preocupaciones, posas
tu mirada, que no es aire, ni luz, ni movimiento
sobre este acantilado terrible
del que han de surgir los deseados dioses.
1 comentario:
Siempre me encantó la palabra "tornillo"
desconozco la razón.
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