jueves, 9 de junio de 2011

Tejemos, destejemos,
los tortuosos pasos
de un Teseo y un Ulises
hechos de encuentros y abandonos.
Y unos días somos Ariadna.
Y otros días somos Penélope.
Y estos son los edificios,
diseño y olvido,
de nuestra esperanza.

2 comentarios:

Rocío dijo...

Yo siempre creí que era Penélope. Luego me di cuenta de que me parecía más a Calipso.

Francesc Cornadó dijo...

Abraham, a propósito ahí va un ensayo de soneto:

TEJER Y DESTEJER

Tejer y destejer. Mira Penélope
a través de la urdimbre, mar allá, un mundo
lejano de palabras se desvanece
con el paso del tiempo y antes del verbo.

Cronos devorador de los ribazos,
las horas y guadañas siguen tus pasos.
Otra vez el tapiz de nortes falsos,
de brújulas erradas i de las cenizas.

Con las manos vacías, marcharé lejos,
sin nada que guardar, sin equipaje,
derribo y construcción, aquí quedaron.

El gesto se resiente de viejos golpes.
La mirada descubre tras el cristal
el futuro que huye con el siroco.

Salud
Francesc Cornadó