Grandes nubes ocultan el día,
mientras pequeñas estrellas roban a la noche su oscuridad.
Pero son las estrellas colosales como eran los dioses
y las nubes diminutas como una duda en un cascabel.
Hay entre las estrellas distancias inimaginables
y aún así bailan canciones que nadie consigue oír.
Yo abrazo fuerte a mi amigo, miro quietas las estrellas,
ignoro qué será la soledad, la multitud o la amistad;
pero me duele el separarnos cuando termina la noche.
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