Fase uno: detenerse (que sí, hombre, que sí,
que es posible, lo digo yo)
Fase dos: perseguir la dinámica del caos
(atentamente)
Fase tres: caos
Fase cuatro: recordar lo que amas (siendo "lo"
tanto objeto, como cantidad, como sujeto)
Fase cinco: arrojar de las manos y la vista
este poema y salir corriendo a por tu amor
en este mismo instante que es tu vida
Fase seis: no me voy a molestar en revelar
el misterio final porque ya no estás aquí
y si sigues aquí plantéate releer
desde la fase uno o incluso antes.
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