Tus ojos borraron al amante que te miraba.
Y el que surgió en su lugar también anhela
tu amor, pero que antes de conseguirlo será
borrado por tus ojos lo sabe. Si bien,
como él, su saber dura un instante
ante tus ojos. Yo no puedo saber.
Sólo vivir despiertos y celoso
de tus perennes y sucesivos sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario