Es difícil.
Lo difícil es ponerse.
Allí donde esté el deseo situará la posición.
Puesto en ese lugar removerá,
entre todo lo prestado del mundo,
lo auténtico. Y ese punto auténtico
generará nuevas originalidades que otros
tomarán o no –esto es irrelevante–
prestado. Que la posición sostenida
por el deseo remonte interrupciones
hasta que se convierta en un deseo de interrupción.
Proteico abandono de posturas.
Calor o memoria de insomnios un viaje que llama.
Y recibir como un regalo terrible ¡ah! lo inesperado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario