miércoles, 16 de octubre de 2013

Pan

He sido forzado a visitar con frecuencia la muerte.
Esto es rotundamente falso, porque la muerte es mujer de una única visita, 
tras la cual ya no habrá fuerza ni existencia ni queja posible.
Es falso que sea una mujer, aunque esto parecerá discutible.
Reproduzco servilmente las pasiones de mi época no victoriana.
El veneno de mi querer no sé quién me lo impuso,
quién materializó en tu cuerpo mi ideal, mi historia, mi estructura
de amor y de vida y de anhelo y de muerte.
Cabalgo imperturbable en busca de las cosas para no darles importancia.
Lo que digo es un desecho del aire que expulso si respiro.
Y si no respiro mi amor castigo todo un universo de rebeldía con la ironía
ridícula de mi patético fin. 
Este es el paisaje, falso por supuesto, del egoísmo que poco a poco
vemos deshacer.

Vas a asaltarme con tus ficciones. No podré evitarlo.
Empezarás mi vida. Hasta que sólo tú estés ahí.

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