En tu opinión hicieron su morada los ratones por un tiempo.
Los hombres muy serios los oían apostar
al mus beligerantes. Con sus patitas de rosal.
Ha sido un asunto muy comentado este de los ratones
día y noche escribiendo dentro de las paredes
en tu opinión (sin lámparas). Esperan que ya, ya,
todo el edificio se venga abajo tus sentimientos.
Los veremos entonces huir como ratas en todas
direcciones. Tus sentimientos lo esperan.
Y los míos.
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