En una celda oscura en la mitad
de una prisión de noche y de un grillete
de brazos en tus brazos, y mis piernas
por tus piernas, camino y boca, sigo
el sudor y tus ojos nunca solos
hasta alfiler de grito, voz, que irrumpa
tu decisión, el sol, que trae consigo
otra mañana entera alalmbatad.
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