Nadar por siempre en un mar fluido y amplio.
Nuestros vicios irreductibles y nada más.
Ya cada cual saque el provecho que quiera
de nuestros vicios: de nuestra drogadicción
sacan provecho los traficantes (no al revés),
nuestra hambre alimenta al agricultor,
ganaderos y manufactureros para nuestro consumo.
De nuestra necesidad de amor se beneficia el amigo
y el enemigo no dejará trozo de cerdo por desperdiciar.
Por esta proyección al error
vacío mis colmillos
de pierna y lengua.
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