Dime que esta ausencia eres tú.
Está colgada como un cuadro en mi mirada, su alcayata.
Son unos nudillos que no llaman a esta puerta siempre abierta.
Si lo que recorro es el contorno
de este vacío concreto, que sea
tuyo. Y el hueco de mis posiciones,
tuyo.
¡Desmiénteme!
Maldice mi obsesión y mis espasmos.
Si lo que falta en el mundo es tu silueta
y es esta silueta de mujer
no descubierta hasta ahora.
1 comentario:
Y asi va ese pecho
casi seco
desterrado
deambulando
... aun hambriento.
Vaya roce con el verso.. A su salud Sr Escritor.
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