Las mantas que dan re torcidas
guardando nuestro último interés.
Todos los libros tapizan y los papeles
que han sido llovidos y cubren.
Debajo de las mantas cuya fidelidad
paciente no nos importa destrozar.
Debajo de los papeles cuya insidia
irónica no nos importa y punto.
Es el perejil de nuestro cadáver.
La bechamel de nuestros apetitosos
cuerpos o días o datos o sueños.
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