Me da en la nariz que estoy
ciego tanto para mí como
para más allá, por lo que dices.
Ciego a mi nariz, es el camino
que quiere explotar en primavera,
el armuerzo de los vecinos,
algún secreto que se pudre a gritos.
Es el saber cuándo
me vela la enfermedad.
Es el frío no siempre
vestido de aventura
o la cercanía de tu piel
que pronto llegará a mis labios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario