Sí. Lo que me dijiste aún me aprieta
como un fuerte pañuelo el pensamiento.
Mis acciones se enredan en un sueño
que es tu cuerpo cerrándose en el mío.
¿O era al revés? No recuerdo
o no recuerdo bien: siento
celos de ese que se cierra
en tu cuerpo de recuerdo.
Observo entre mis manos
la piel de los objetos
me tocan o me engaño.
Hablan, tocan de ti.
Horas. De luz ojos abiertos
o miradas que cabalgan
pura la distancia.
Noche, besos que escalan
una soga de tiempo
pedacito a pedazo,
nudos sobre nudos,
labios sobre labios.
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