Sigues sembrando sombras
que abonas con eufemismos.
Tus manos tiznadas con sal de abismo,
tus labios vendidos a la verdad.
Este es tu oscuro fruto, de oscura pulpa
y aún más negra semilla. Él parece
una persona, pero es una fuente.
Ella es la curva y el sonido
apenas civilizado.
Ella es una gota de luz
que espera su momento.
1 comentario:
Quizás sea la noche, no lo sé pero, al leerlo, me he convertido en destello...
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