En las calles estrechas,
ocultas a la misma noche,
asúmanlo, no pasa nada.
Ni los encuentros furtivos
ni los delitos infames,
ni los hechizos que llevan
a los hombres a su selva.
Lo que pasa, pasa aquí,
en la diáfana explanada de nuestra abstracción,
en la supuesta memoria, en la ilusoria fidelidad
de nuestras sensaciones al registro de sí mismas.
Lo que pasa, pasa aquí,
entre tu imaginación y la mía, donde quedan,
si es que quedan, cosidas al venir del tiempo,
las estrecheces de nuestros labios
que deliran que sienten que se tocan.
1 comentario:
Coincido contigo, en efecto debemos asumirlo:
En las calles estrechas,
ocultas a la misma noche,
no pasa nada.
Ocurre en la "diáfana explanada de nuestra abstracción"
Salud
Francesc Cornadó
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