La ley es el azúcar de la envidia.
Tus dedos el decreto de mis labios.
Si tropiezas espero ser obstáculo,
ser cielo de tu origen, el profundo
suelo de tu caída, ser tu historia.
Dedos que trastabillan en la lluvia
que es tu cuerpo, mi historia, todos esos
labios sin repetirse nunca nunca.
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