Qué solicita de mí, solicita de ustedes.
Una acción erigida como estímulo.
Otra acción lanzada como demanda.
¿Alguien sabe qué había que decir
como hito a la pérdida de la oportunidad?
Fui a los soles antiguos, muchos, ya
retirados, imposibles de ser contados
en número. Quisieron explicarme, pacientes,
la cuestión. Intentaron desplegar las palabras
exactas. Yo, entonces y ahora, desconocía
el idioma y los modos de su clara disertación.
Y en el camino de vuelta sólo pensaba
en ti y en el abrazo que aún no tiene nombre,
en ti y en la noche eslabón de tu cintura. Mis labios:
una acción lanzada como demanda. Tus labios:
una acción erigida como estímulo. Y quién sabe
qué solicita de mí, solicita de ustedes,
la curva entre tu cuello y el paso de mis besos.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
Pedigüeños de la abstracción
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