La comunicación
no es una mesa bien dispuesta
con infusiones calentitas
y servilletas aún inmaculadas.
La comunicación es una selva
por la que se descuelgan
los monos en tropel pegando
gritos como si fueran
un hombre,
a veces con taparrabos.
Mira tus sueños cómo nunca se están
quietos. ¿Quién está hablando ahí
y con quién?
¿Y en qué momento, muchachos,
empezó esa conversación realmente?
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