Se aman, se despiden, se devoran.
Con sus pechos se siembran, con sus manos
se cocinan los unos a los otros.
Se sirven en los ojos, se olfatean
con hambre, con cintura, con delirios.
Caminan por el filo del cuidado
y hacen sus digestiones con violencia.
Si pueden, matan; cantan cuando quieren.
Si no pueden matar, cantan con pena
canciones que son cunas de la muerte.
Piden lo no soñado y, con ternura,
dan al olvido el eco de sus sueños.
Fingen el miedo, temen sus errores,
corrigen y sepultan, borran, tapan,
incluso odian la luz; pero mirad
cómo usan sus labios para hablar.
lunes, 8 de enero de 2018
Mira como usan
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