Los recuerdos me parasitan.
Yo,
que soy un hortelano en un jardín de memorias.
Mis cuidados son el principal objeto de mis cuidados.
Finalmente lo que pongo en venta
no son más que ilusiones.
Deduzco que su precio es la realidad,
pero puede que mis matemáticas me engañen.
Pues,
según consta, con lo que se me paga
es con olvido.
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