Si este viaje de allí, este estudio de acá,
esa conversación en la cafetería,
el otro paseo que llegara un poco más.
Detrás del doblez del mapa, la butaca
del cine, la hora del avión, la página marcada.
Allí donde debimos conocernos.
En todos esos sitios donde nuestro corazón
sí habría sabido latir y nuestras piernas,
más sabias que nosotros, sin dudas,
sí se habrían enredado, enraizado,
en caída libre de horizontes.
Para ya no soltarse. Para no dar ocasión
a la fortuna, ni una vez más.
Pues tercos esta sed anudando los tiempos.
Pues juntos como vivos en el destino de los audaces.
viernes, 22 de junio de 2018
Enrédate
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