Los tesoros de las estaciones arden
entregados en el sacrificio de tanto valor.
Cuchillos. Hojas de papel. Lámparas.
Cosas, delirios del entendimiento. ¿Qué
escriben tus labios, con qué alfabeto?
Lo que me vas a decir es una montaña
que querría guardar simbólicamente
entre los múltiples estratos de la sima
de mi cuerpo. Mudo al tiempo. Callado
para el peso de quien mira las estrellas.
Escribe mientras dure la curva de la letra.
Todo es un relámpago fugaz. El sueño
de un relámpago apenas.
domingo, 9 de septiembre de 2018
Contemptus mundi XII
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