El lenguaje y el día son efímeros.
Entre un bosque de ofensas se asienta la identidad.
Las ramas son el día y el lenguaje.
Pero ellos cantan al lenguaje y las ramas,
efímeros a coro, individuales y efímeros,
a las ramas, al lenguaje y al día. Cantan.
Entre un bosque de ofensas se asienta la identidad.
En las raíces esconden el vuelo. Y
en el incendio de la libertad pican la tierra.
Si fueran de verdad, dejarían
escapar las raíces al vuelo. Entre un bosque
de ofensas se asienta la identidad. El día,
ese ojo que parpadea. El fuego
es un
pájaro perenne. Efímeros son
el objeto y su nombre.
lunes, 5 de noviembre de 2018
Pájaros
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