Es el objeto quien gobierna
y el cultivo quien manda.
Los animales, al saberlo,
nos fueron domesticando,
cada uno a su aire.
Cientos de superficies
reflectantes imprimen o tatúan
los yos por el mundo.
Finalmente, la memoria,
que usa a menudo palabras,
inventa como puede lo que luego
creerá que entonces quería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario